Universidad de Boston: China podría impulsar la revolución de las energías renovables en África

Un nuevo informe del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston y el Consorcio Africano de Investigación Económica arroja luz sobre el potencial de China para ser una fuerza transformadora en el cambio de África hacia la energía limpia. El informe reconoce el papel establecido de China como el mayor socio comercial de África, con inversiones sustanciales en proyectos de infraestructura a gran escala. Sin embargo, revela una brecha crítica entre los pronunciamientos de China sobre el desarrollo sostenible y sus acciones sobre el terreno.

Las elevadas promesas de China frente a la realidad de la dependencia de los combustibles fósiles

A pesar del compromiso del presidente Xi Jinping de apoyar el desarrollo de la energía verde en todo el mundo, el informe encuentra un marcado contraste en la asignación de fondos chinos al sector energético de África. Si bien África cuenta con algunos de los recursos de energía renovable más abundantes del mundo, apenas el 2% de los préstamos chinos destinados al sector energético del continente a partir de 2022 se han dirigido a la energía solar, eólica y otras fuentes de energía limpia. Por el contrario, más de la mitad de los préstamos energéticos de China han financiado proyectos de combustibles fósiles, encerrando a las naciones africanas en un paradigma energético que exacerba los problemas del cambio climático y la calidad del aire.

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Un enfoque de dos niveles: electrificación con reservas

El informe identifica un enfoque doble en el compromiso económico de China con el sector energético de África. La primera vía se centra en la electrificación, en la que China financia plantas de energía, líneas de transmisión e incluso algunas granjas de energía renovable. Este enfoque ofrece algunas ventajas y aporta mejoras esenciales al acceso a la energía para los ciudadanos africanos. Sin embargo, la segunda vía, centrada en las industrias extractivas, presenta un panorama preocupante. Aquí, China financia la exploración, extracción y exportación de combustibles fósiles y minerales a China, priorizando la extracción de recursos sobre un futuro energético sostenible para África.

Más allá de los beneficios a corto plazo: el llamado a una asociación sostenible

El informe sostiene que el enfoque actual de China, si bien genera algunos ingresos para las economías africanas a través de las industrias extractivas, no logra aprovechar el potencial transformador de las tecnologías de energía limpia. Las naciones africanas siguen dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles para la generación de electricidad, y las energías renovables constituyen una fracción marginal de la combinación energética. Esto no sólo perpetúa los problemas ambientales sino que también obstaculiza el potencial de África para desarrollar experiencia e infraestructura nacionales en energía renovable.

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Alinear intereses para un futuro sostenible

El informe propone una visión convincente para una asociación económica reformada entre China y África en el sector energético. China tiene una oportunidad única de convertirse en líder de la revolución de las energías renovables en África:

  • Inversiones cambiantes: Aumentar sustancialmente los préstamos en condiciones favorables y las inversiones extranjeras directas destinadas específicamente a proyectos de energía renovable en África. Esto proporcionaría a las naciones africanas los recursos financieros necesarios para desarrollar e implementar tecnologías de energía limpia a escala.
  • El comercio como catalizador del cambio: Alinear las políticas comerciales para apoyar el desarrollo y la importación de tecnologías de energía renovable en África. Esto podría implicar medidas como reducir los aranceles sobre equipos de energía renovable y facilitar la transferencia de tecnología a través de empresas conjuntas e iniciativas de intercambio de conocimientos.
  • Construyendo la experiencia en energía verde de África: Apoyar el desarrollo de experiencia nacional en el sector de energía renovable de África. China puede lograrlo mediante proyectos de investigación colaborativos, programas de capacitación y asociaciones con universidades e instituciones de investigación africanas.

Al priorizar el desarrollo de energía limpia y facilitar la transferencia de conocimientos, China puede contribuir significativamente a la seguridad energética, el desarrollo económico y el futuro sostenible de África. Este cambio estratégico no sólo beneficiaría a las naciones africanas sino que también solidificaría la reputación de China como líder global responsable en la acción climática.

El informe subraya la importancia del papel de China en la configuración de la trayectoria del futuro energético de África. Al alinear sus inversiones, políticas comerciales y asistencia para el desarrollo con los objetivos de energía limpia de África, China puede forjar una asociación mutuamente beneficiosa que allane el camino hacia un futuro más sostenible y próspero para ambos continentes.

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