Un país asiático ha decidido volver al pasado para relanzar una curiosa forma de crear energía. A lo largo de los años, la energía se ha hecho presente en la vida del ser humano transformándola y haciéndola más fácil. Ahora parece impensado imaginar una casa sin lámparas de luz o cocina para preparar alimentos. Sin embargo, hubo un tiempo en el que el escenario humano era oscuro.
El primer indicio que cambió el futuro de la humanidad fue el fuego, que dio lugar a la cocción de alimentos. Un poco más adelante, en la era de la civilización, el hombre comenzó a entender el viento y el agua como fuentes de energía para generar sus alimentos. Pasó a almacenar sus excedentes y comerciar con otros pueblos.
Cosa aparte fue el descubrimiento del carbón, el primer combustible fósil que lanzaría el progreso tecnológico de la humanidad, pero también trazaría el camino para su fin. La industrialización surgió y, con ella, una nueva forma de convivir en sociedad. Ahora, la mira está puesta en sustituir el carbón y otros fósiles por energías más compasivas con el medio ambiente, las llamadas energías renovables.
Un país asiático hace lo impensado para obtener energía
En esta búsqueda, un país asiático ha utilizado un conocimiento ancestral para conseguir abastecimiento energético. Cachemira, una región del subcontinente indio (en Asia) ha encontrado una vía sostenible, barata, eficaz e inspirada en sistemas del pasado: la rueda hidráulica.
Hace años, se vislumbró una posada que tenía una forma de rueda grande que giraba con agua. Durante la Revolución Industrial, este tipo de dispositivos eran importantes para la ejecución de tareas mecánicas, como el fresado o el martillado.
No obstante, su empleo comenzó a bajar con la expansión de la quema de combustibles fósiles y la proliferación de la electricidad. Pero, en la actualidad, la rueda hidráulica vuelve a raíz del auge de las energías renovables. Emerge como una alternativa viable para generar electricidad de forma limpia y continua en territorios remotos y empobrecidos.
Las inversiones iniciales para llevar adelante proyectos renovables suelen ser altas, por lo que no todos los usuarios se las pueden permitir. Una situación que se torna de otro color si se recurre a un antiguo sistema de energía que ya ha demostrado funcionar. Ese es el planteamiento con el que la Universidad Técnica de Múnich ha conseguido instalar una rueda hidráulica en un pueblo de Cachemira, India, Asia.
Un singular, pero eficiente, sistema para obtener energía que supera incluso la expectación originada por este método para extraer energía del ser humano.
Crean energía a partir del sistema más antiguo de Asia
La rueda utilizada mide alrededor de dos metros y deja pasar el agua del arroyo para generar electricidad. Así, brinda una fuente de energía ininterrumpida a la comunidad, por lo que no requiere de la red eléctrica centralizada, que antes suponía un problema debido a frecuentes cortes.
Sumado a esto, la rueda hidráulica va acompañada de otros métodos de energía renovable, entre ellos la microred descentralizada, que permite que los habitantes del pueblo atesoren independencia energética ante un posible apagón.
Asia se lanza a probar un sistema antiquísimo para crear energía y funciona
Uno de los puntos a destacar de la rueda hidráulica es su elevada eficiencia, que alcanza un 85% de conversión energética. Está diseñada para zonas rurales y remotas, específicamente en comunidades que requieren de una fuente de energía continúa y confiable. Por otra parte, su impacto ambiental es mínimo y el daño que podría ocasionar en la vida acuática es acotado.
Aunque este tipo de tecnología registra ciertas limitaciones y no puede aplicarse en todos los contextos, su potencial para mejorar la autosuficiencia energética de pequeñas comunidades podría sentar un precedente importante para la humanidad.
Las ventajas de la rueda hidráulica no solo se han visto en Cachemira. Un método similar ha surgido en Nepal y se ha elaborado un prototipo en Tegernsee, Alemania. Asimismo, en Irlanda del Norte, se ha restaurado una rueda hidráulica ubicada cerca de un antiguo molino en el condado de Fermanagh, que ahora brinda suministro eléctrico a un restaurante.
En definitiva, India y otros países del mundo han tenido que volver al pasado para escribir un nuevo capítulo en la historia de la energía. Un capítulo que se recordará tanto el de este dispositivo que convierte los árboles en dadores de oxígeno y energía ilimitada.