Qué es la Movilidad sostenible: conoce el concepto y 4 de sus pilares

Qué es la Movilidad sostenible: conoce el concepto y 4 de sus pilares

¿Qué es la Movilidad sostenible? Esa es una duda que le surge a muchas personas. A día de hoy, cualquiera de los métodos que se emplean para movilizar personas o mercaderías, ya sea por trayectos, cortos, medianos o largos y por vía aérea, acuática (mares, océanos y ríos) o terrestre, constituyen uno de los factores de contaminación más importante de los que afecta al planeta.

Un sistema sostenible es aquel que funciona durante un tiempo sin determinar, sin dañar al medio ambiente. La movilidad sostenible es un reto y una necesidad. Ya que es la que permitirá que el transporte funcione de forma asertiva y eficiente. Sin que los sistemas y métodos que la integran resulten polucionantes.

Las personas necesitan del apoyo del transporte. Ya sea para movilizarse personalmente o para que el sistema les acerque a distancias prudenciales, todos aquellos objetos que pueda requerir. Esto implica el empleo de una gama casi infinita de vehículos y de sistemas de transporte. Que están dejando una impronta nefasta y casi imborrable en el medio ambiente.

Los expertos estiman que la cuarta parte de todas las emisiones globales del peligroso gas de efecto invernadero CO2 (dióxido de carbono) es ocasionado por el sector del transporte. E insisten en que, la movilidad sostenible debe ser una de las prioridades de las agendas gubernamentales y sociales de todo el mundo, si queremos dejarles a las futuras generaciones un sitio medianamente habitable.

¿A qué apunta la movilidad sostenible?

En las ciudades se deben hacer grandes esfuerzos de inversión, en infraestructuras, sistemas de movilidad y educación. Los nuevos sistemas podrían convertirse en soluciones funcionales, siempre y cuando se hagan las adaptaciones adecuadas para ello: puntos de recarga de nuevos combustibles, desarrollo urbano sostenible, apuesta por la eficiencia energética, normativas actualizadas, etc.

Pero si las personas no comprenden a cabalidad la problemática que rodea al transporte y que esta se relaciona directamente con su salud, con la viabilidad de su sistema de vida y con el futuro del planeta. Resultará imposible convencerlos de que el cambio hacia la movilidad sostenible no es una utopía, sino el resultado de un esfuerzo conjunto.

Se estima que la movilidad urbana pasará por un proceso en el que el transporte privado de personas será sustituido por sistemas menos contaminantes, como el car sharing (vehículos compartidos), las bicicletas, los vehículos eléctricos y un aumento de la peatonalidad. Además de prácticos, funcionales y versátiles, estos métodos son infinitamente más saludables.

El cambio de mentalidad abarcará no solo los eventos de movilidad diarios. Como ir al trabajo, hacer la compra o estudiar. Si no que pretende una transformación mayor. Debemos dejar de coger el coche para no andar tres calles. Porque no es sano ni para el usuario ni para la naturaleza. Es preferible dar una caminata, que ahorra polución, dinero y nos ayuda a tener una vida más saludable.

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Los nuevos combustibles de la movilidad sostenible

Al petróleo, el carbón y los demás combustibles de origen fósil les quedan pocos años de vigencia y utilidad, porque son recursos que se agotarán. Así que, dejar de depender de ellos lo antes posible es una necesidad, que año a año resulta más perentoria. La inversión en investigaciones destinadas a fabricar nuevos combustibles para la era de la movilidad sostenible debería ser también prioritaria.

Electricidad

Sí, pero proveniente de fuentes de energías renovables. Por ahora, comprar un coche eléctrico o uno híbrido es uno de los pasos que nos acercan hacia la movilidad sostenible. Pero si no se cargan con electricidad que haya sido generada de forma ecológica, no se consigue completamente el objetivo de bajar la huella de carbono personal.

En cuanto a las baterías, un elemento que se usa a diario en móviles, tabletas y demás artefactos, además de en los coches eléctricos, tienen que fabricarse con materiales menos contaminantes. Y deben ser recuperables, reciclables, tener mayor durabilidad, recargarse de manera más eficaz y ofrecer mayores rangos de autonomía.

Hidrógeno

El hidrógeno diatómico es un combustible que funciona de manera similar a la gasolina. Pero con la enorme ventaja de que sus residuos no son gases y partículas contaminantes, sino simplemente agua. Ya hay coches que lo utilizan exitosamente y se espera que sea uno de los pilares de la movilidad sostenible. Y su única pega es que, si bien resulta ligero, ocupa grandes volúmenes en su almacenamiento y en los tanques del vehículo.

Energía solar

Esta es una tecnología que ya se ha probado en diversos tipos de transporte, como coches, camiones, aviones y hasta barcos. Se basa en la colocación de paneles fotovoltaicos en la superficie de los vehículos, con el fin de emplear la energía que se capta del Sol con el fin de moverse. El inconveniente es que no se han conseguido, hasta ahora, unidades de almacenamiento energético rentables que permitan la realización de trayectos nocturnos.

Biocombustible

A partir de la biomasa y otros componentes orgánicos se puede producir biocombustibles, también llamados biocarburantes. Una mezcla de sustancias vegetales, que puede emplearse de la misma forma que los combustibles de origen fósil en los vehículos con motores de combustión interna. Entre ellos destacan los bioalcoholes, el biodiesel, el biogás, los bio éteres, etc.

El futuro de la movilidad DEBE ser sostenible

El medio ambiente está por alcanzar su punto de inflexión en cuanto a la contaminación, a partir del cual solo podremos paliar las consecuencias de los daños que le hemos hecho gracias a nuestro estilo de vida. Dicen los expertos que aún estamos a tiempo, pero si no apuntamos directamente a la movilidad sostenible resultará imposible conseguirlo.

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