El contenedor amarillo está destinado a los envases de plástico, latas o envases tipo brik. Junto con el contenedor azul en el que se depositan los papeles, el verde que recoge los envases de vidrio y el gris en el que se coloca la mayoría de residuos, podemos encontrar en algunos municipios de España un contenedor marrón. El que no falta casi nunca es el contenedor amarillo. Que es del que hablaremos hoy.
El contenedor amarillo es vital a la hora de poder realizar un correcto reciclaje de la mayoría de los envases, ya sean plásticos, briks o latas. No podemos olvidar que los plásticos constituyen uno de los contaminantes medioambientales más comunes.
De hecho, hay islas enteras en los océanos del mundo que están compuestas por plásticos. Y un porcentaje importante de estos desechos son envases que no fueron correctamente desechados. Y que acabaron en los mares, degradándose lentamente y generando los dañinos microplásticos.
Cada envase de plástico, brik o de cualquier tipo de metal demora una enorme cantidad de tiempo en degradarse. Por eso es crucial colocarlos en el contenedor amarillo, para que no se queden en contacto con la naturaleza, ya que pueden resultar peligrosos para la salud de todos los seres vivos, humanos incluidos.
¿Qué es lo que SI se debe depositar en el contenedor amarillo?
Envases plásticos que van al contenedor amarillo:
- Cosméticos
- Gel
- Detergentes
- Agua
- Mantequilla
- Aceite
- Refrescos
- Productos de limpieza
- Champú
- Yogur
Briks que van al contenedor amarillo:
Otros plásticos que van al contenedor amarillo:
- Aros para sujetar latas (previamente cortados)
- Film (plástico y de aluminio)
- Tapas y tapones
- Vasos
- Cubiertos de un solo uso
Envases metálicos que van al contenedor amarillo:
- Aerosoles, latas de conservas
- Cerveza
- Refrescos
- Bandejas de aluminio
- Tapas de botes de vidrio
¿Qué es lo que NO debo depositar en el contenedor Amarillo?
- Papeles y cartones (contenedor azul)
- Restos orgánicos (contenedor marrón o verde)
- Restos de podas
- Guantes de goma
- Neumáticos u otro tipo de ruedas
- Otro tipo de plásticos
- Utensilios de cocina
- Juguetes y biberones
- Todo lo que no sea parte de un embalaje o un envase
¿Qué pasa con lo que hay en el contenedor amarillo?
De forma regular existen vehículos que recogen el contenido de los contenedores amarillos y se los llevan a los gestores. Estas empresas hacen una caracterización primaria de los desechos dividiendo plástico, briks y metales.
Luego se procede al reciclaje de cada uno de estos materiales. En general, los envases se lavan y luego se trituran. Para finalmente ser homogeneizados a altas temperaturas. Con este plástico resultante se vuelven a producir nuevos objetos.
Con las latas pasa algo similar. A los briks se les aplican procedimientos diferentes, puesto que tienen componentes metálicos y plásticos. Por lo que pasan por otros sistemas de separación. Pero el resultado es siempre el mismo: obtener materias primas nuevamente y evitar que los desechos acaben en los vertederos o en el mar.
¿Cómo optimizo mi aporte al contenedor amarillo?
Existen una serie de buenas prácticas que deberían aplicarse a la basura que se depositará en el contenedor amarillo. Las mismas sirven para ahorrar espacios, para que los desechos sean más seguros y para contribuir activamente a la economía circular.
Una de estas buenas prácticas consiste en asegurarnos de que ningún envase puede resultar una trampa mortal para ningún animal. Para ello es fundamental que recortemos los aros plásticos que sujetan las latas y las asas de las bolsas de plástico. Y que aplastemos los envases de latas de conserva. De esta forma evitaremos que, si ocurre un accidente y estos desechos llegan a la naturaleza afecten lo menos posible a la biodiversidad.
Si aplastamos los envases, estos ocuparán un volumen de espacio menor. Esta medida es muy útil para optimizar la recogida de residuos. Ya que aprovecharemos la capacidad del contenedor amarillo al máximo. Si caben más se hacen menos viajes para retirarlos. Y además demorarán más en llenarse y se podría evitar que rebocen desechos.
Cuando no tengas más remedio que emplear bolsas de plástico, trata de estirar su uso lo máximo posible. Reutilízala para hacer compras y cuando te parezca que ya es momento de deshacerte de ella, empléala para llevar basura a los contenedores. Desecha cada tipo en el que corresponda (papeles, vidrios, etc.) y deja tu bolsa de plástico en el contenedor amarillo.