Aunque los campos de hielo de la Patagonia, la mayor reserva de agua en estado sólido del continente, cubren aproximadamente 16.000 kilómetros cuadrados, un área equivalente a la Región de Valparaíso en Chile, no se sabe mucho sobre lo que les está ocurriendo en respuesta a los cambios climáticos.
Un equipo dirigido por Johannes Fürst, del Instituto de Geografía de la Universidad Friedrich-Alexander-
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El Campo de Hielo Patagónico Norte tiene aproximadamente 120 kilómetros de largo y en algunos lugares entre 50 y 70 kilómetros de ancho. El Campo de Hielo Patagónico Sur es tres veces más grande y se extiende sobre un área de aproximadamente 350 kilómetros de norte a sur con un ancho promedio de 30 a 40 kilómetros. Estas masas de hielo tienen un espesor medio de más de 250 metros.
La región patagónica posee un clima inusual y a veces extremo. En estas regiones de América del Sur soplan vientos de oeste a este y transportan aire húmedo desde los océanos hacia el interior. La cordillera de Los Andes se constituye en una tremenda barrera para esos vientos.
Las regiones entre la costa del Pacífico y los Andes en Patagonia suelen tener más de 3000 milímetros de precipitación al año. Esto significa que por cada metro cuadrado de terreno caen 3000 litros de agua al año. En comparación, en ciudades como Santiago y Concepción las precipitaciones son relativamente bajas, aproximadamente 280 y 985 litros respectivamente.
Adelgazamiento de los hielos
Los campos de hielo patagónicos están experimentando un importante adelgazamiento, con una reducción promedio de un metro por año, según lo señalado por Mathias Braun, autor de otro estudio en 2019. Destacó que esta pérdida de hielo a una escala récord subraya la urgencia de estudiar de cerca estos fenómenos. Para lograrlo, se requiere el empleo de métodos de prospección avanzados. Es precisamente lo que el equipo a cargo de este estudio ha llevado a cabo, en estrecha colaboración con varios científicos chilenos.
El grupo comparó las mediciones existentes, frecuentemente limitadas y obtenidas en el terreno, con datos satelitales. Lo anterior, condujo a evaluaciones más precisas del espesor del hielo. Para David Farías, del Departamento de Geografía de la Universidad de Concepción, este estudio marca un hito significativo al aprovechar los datos geofísicos recopilados durante las campañas de las últimas dos décadas, resultado del esfuerzo conjunto de investigadores e instituciones tanto chilenas como extranjeras.
Según estudios realizados por Andrés Rivera, del Departamento de Geografía de la U. de Chile y coautor del artículo publicado en la revista Communications Earth & Environment (DOI: 10.1038/s43247-023-01193-7),
Con este trabajo, los científicos, tienen buenas razones para seguir midiendo los campos de hielo patagónicos. Para ello es necesario incrementar las mediciones terrestres y aerotransportadas de mayor precisión. Este tipo de datos son, además, extremadamente importantes para la investigación climática, ya que el aumento de las temperaturas está provocando que los campos de hielo patagónicos pierdan hielo a un ritmo alarmante.
Información Cooperativa Ciencia