Pon una ‘dieta sana’ en tu vida saludable

Pon una ‘dieta sana’ en tu vida saludable

 

Según la mayoría de los dietistas, no existen alimentos “malos”, sino dietas “poco sanas”. Una dieta sana se consigue comiendo la cantidad correcta de alimentos en la proporción adecuada, con continuidad.

Comer una proporción adecuada de alimentos de los principales grupos constituye la base del bienestar cotidiano, y reducirá el riesgo de enfermedades a largo plazo.

El primer paso para ello es un cambio fundamental de hábitos alimenticios. Cocinar y compartir una buena comida en familia o con amigos y descubrir nuevos alimentos y nuevos sabores son formas agradables de comer bien. Porque además de satisfacer las necesidades del organismo, una dieta balanceada debe ser fuente de placer.

Todos los alimentos tienen su lugar en una dieta sana, lo que varía es la frecuencia y la cantidad de consumo. No es necesario renunciar a todo lo que tiene azúcar, está procesado o es comida basura, sino que se puede tomar como excepción y en porciones lo más pequeñas posible. De esta forma evitamos la frustración.

La idea es tener una alimentación completa, balanceada y que incluya alimentos de todos los tipos, con el fin de cubrir nuestras necesidades nutricionales. Una ingesta adecuada de vitaminas, minerales y otros nutrientes es necesaria para la consecución de un buen estado de salud y bienestar.

Consejos fundamentales

Por eso es muy importante tener en cuenta una serie de consejos útiles, que pueden ayudarnos a seleccionar de forma adecuada los alimentos. Y el primer paso para una vida saludable es, sin lugar a dudas, comenzar a comer mejor:

  • Tómate tiempo para comer.
  • Come cada día muchas verduras y frutas.
  • Incluye alimentos integrales (pan integral, quinoa, avena, etc.).
  • No te olvides de las proteínas (legumbres, huevos, leche, tofu, pescado, carnes blancas, yogur) y si es posible opta por los alimentos proteicos de origen vegetal.
  • Haz del agua tu bebida preferida. Reemplaza los zumos de frutas, las bebidas azucaradas y cualquier otra cosa que acostumbres beber por agua.
  • Limita tu consumo de alimentos ricos en sodio, azúcares o grasas saturadas. Consúmelos con menos frecuencia y en cantidades más pequeñas.
  • Toma conciencia de tus hábitos alimenticios, de lo contrario te será imposible cambiarlos.
  • Escucha y acata las señales de hambre y saciedad que te da el organismo.
  • Señales de hambre: te permiten saber cuándo comer. A menudo se manifiestan por un hoyo en el estómago, una caída de energía o gorgoteos en el vientre.
  • Señales de saciedad: te avisan cuando debes dejar de comer. Se manifiestan en particular por la sensación de tener el estómago lleno y saciado, así como por un menor interés por la comida.
  • Cocina con más frecuencia, en vez de comprar alimentos hechos.
  • Mastica la comida a conciencia y saboréala.
  • Solo o en buena compañía disfruta de alimentos variados y nutritivos todos los días.
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Cuidado con lo que compras

Cuando vayas de compras, vigila lo que adquieres. Elige con cuidado, teniendo presente que el marketing alimentario tiene como objetivo promover la venta de un alimento o bebida mediante diferentes medios (anuncios, publicaciones en redes sociales o la influencia de una personalidad conocida). Y que los alimentos altamente procesados ​​suelen ser los más promocionados.

Elige alimentos y bebidas nutritivos

Comer bien requiere tomar decisiones saludables, por lo que resulta fundamental optar por una variedad de alimentos que además de ser apetitosos, te aporten los nutrientes que tu cuerpo necesita. Esta debe ser la máxima a la hora de decidirte por uno u otro producto.

También debes conocer el contenido de azúcar, grasas saturadas y sal (sodio) de los alimentos y bebidas que compras, un dato que te ayudará a elegirlos sabiamente. Esta información nutricional está disponible en las etiquetas de los alimentos.

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