Polonia propone la ‘locura’ de desregularizar los OMG en la UE

Polonia propone la ‘locura’ de desregularizar los OMG en la UE

 

Está prohibido patentar la naturaleza. Sin embargo, esto es lo que la Comisión Europea promete generalizar, proponiendo la supresión de la obligación de publicar los procesos de detección e identificación de plantas modificadas genéticamente por NTG, y por lo tanto patentadas.

Esta obligación fue introducida por la Directiva OMG 2001/18 para permitir que los agricultores y los consumidores sean informados y que los OMG o transgénicos cuya liberación revele daños para la salud o el medio ambiente no identificados en las evaluaciones previas a su autorización reglamentaria sean retirados del mercado.

También permitió evitar la extensión abusiva del alcance de las patentes a las semillas campesinas o tradicionales. Si se suprime esta obligación, los agricultores y los productores de semillas tradicionales que utilicen o comercialicen semillas que contengan, de forma natural o como resultado de la contaminación, una secuencia genética similar a una secuencia patentada por NTG ya no tendrán ningún medio para oponerse a los procedimientos abusivos de infracción de patentes.

Dentro de unos años, las patentes de las cinco multinacionales que ya controlan más del 60% del mercado mundial de semillas controlarán más del 90% a expensas de la seguridad alimentaria y la soberanía.

En lugar de restablecer la obligación de publicar los procesos de detección e identificación, Polonia propone procedimientos muy complejos que permitirán autorizar la mayoría de los OMG o transgénicos obtenidos con NTG sin que los agricultores y productores de semillas tradicionales puedan identificarlos en campos y sectores, o que los Estados prohíban su cultivo en su territorio.

Al igual que las propuestas anteriormente hechas por Bélgica, muchas de estas medidas también son contrarias a la legislación europea en materia de competencia, que permite restricciones al comercio únicamente sobre la base de cuestiones éticas, sanitarias o medioambientales y no de propiedad intelectual.

Una autentica ‘locura’

Más de 200 organizaciones arremeten contra una propuesta para desregular los nuevos organismos modificados genéticamente presentada por Polonia, que asume la presidencia rotatoria de la UE.

Los países europeos deben proteger a los agricultores, a los pequeños y medianos obtentores de semillas y a los sectores ecológicos y libres de transgénicos de las amenazas que supone para su actividad la desregulación de los nuevos organismos modificados genéticamente (OMG), advierten más de 200 organizaciones.

En una declaración conjunta publicada hoy, arremeten contra una propuesta de compromiso para desregular los nuevos OMG o transgénicos presentada por Polonia, que asume la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, y que los representantes de los gobiernos nacionales se reunirán a debatir el 14 de febrero.

La propuesta polaca abarca tanto los cultivos modificados genéticamente (MG) como las plantas silvestres producidas con las llamadas “nuevas técnicas de edición genética” (NTG), que pueden entrañar riesgos tanto para la salud humana como para el medio ambiente.

El borrador se centra en las patentes de plantas, ignorando otras cuestiones críticas como la trazabilidad, la detección e identificación, la coexistencia o los riesgos potenciales para la naturaleza y la salud humana.

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Una desregulación que solo beneficia a 5 grandes multinacionales

La desregulación aumentará el control que sólo un puñado de empresas tiene sobre las semillas, perjudicando a los pequeños y medianos obtentores, lo que reforzará su dominio corporativo sobre los agricultores.

Las ONG, junto con agricultores y pequeños y medianos obtentores, advierten que permitir que el control de las semillas caiga en manos de unos pocos podría debilitar nuestra cadena de suministro de alimentos y probablemente conduciría a una menor diversidad de semillas, que es fundamental para que los agricultores se adapten a las condiciones agrícolas locales y al cambio climático.

La declaración conjunta expresa su preocupación por el hecho de que los nuevos OMG o transgénicos   queden excluidos de la normativa comunitaria vigente, que exige que los OMG se sometan obligatoriamente a etiquetado, controles de seguridad y métodos de detección. Los consumidores no sabrán qué hay realmente en sus platos y se pondrá en peligro el negocio de los pequeños y medianos mejoradores de semillas, los agricultores y los sectores ecológico y no transgénico de la UE.

La adopción de la propuesta se ha precipitado sin resolver antes los numerosos problemas que crea. Deja fuera del mercado de semillas a los pequeños y medianos obtentores y desestabiliza a los agricultores en la cadena de suministro de alimentos, sólo para apuntalar a las grandes empresas semilleras.

Es igual de preocupante para nuestra salud y el medio ambiente. Se están eliminando los controles de seguridad de la mayoría de los nuevos OMG o transgénicos , liberándolos sin control en la naturaleza y en nuestro sistema alimentario, a pesar de que pueden tener riesgos.

Desde que la Comisión Europea presentó en julio de 2023 la propuesta inicial para modificar la normativa vigente sobre OMG o transgénicos , los gobiernos de la UE han sido incapaces de ponerse de acuerdo sobre cuestiones clave como las patentes y el etiquetado.

La Presidencia polaca reactivó la propuesta estancada y publicó una propuesta de compromiso en enero de 2025, a pesar de la fuerte oposición pública a los OMG o transgénicos en Polonia. El compromiso se basa en una revisión anterior presentada por la Presidencia belga en febrero de 2024, que no logró el consenso.

¿Y ahora qué?

Polonia espera obtener la mayoría en el Consejo Europeo, lo que allanaría el camino para el inicio de las negociaciones con el Parlamento Europeo para aprobar la ley.

Las organizaciones ecologistas piden a los gobiernos de la UE que rechacen la nueva desregulación de los OGM o transgénicos y exigen que “todos los nuevos OGM sigan estando cubiertos por una evaluación de los riesgos y métodos de seguimiento, identificación y detección, así como de trazabilidad y etiquetado a lo largo de la cadena alimentaria.

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