En diciembre del año pasado, el gigante danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) se reunió en Teruel con los alcaldes de los municipios de la comarca de El Maestrazgo, que han formado la Asociación Viento Alto, con el objetivo de crear una mesa de trabajo que garantizase la integración del proyecto eólico Clúster Maestrazgo dentro del territorio turolense.
Este consiste en un proyecto de enormes dimensiones que tiene como objetivo la construcción de 20 parques eólicos, los cuales totalizarán la colocación de 125 aerogeneradores sobre varias de las montañas de la provincia de Teruel.
A día de hoy, un grupo de organizaciones ecologistas han alertado de que si bien consideran que la transición hacia fuentes de energía renovable es urgente, puesto que hay que detener el impacto negativo que los combustibles fósiles tienen sobre el clima, la naturaleza y las personas, un desarrollo energético desordenado y excesivamente centralizado, que es en lo que podría convertirse el Clúster Maestrazgo, sería totalmente contraproducente.
Clúster Eólico Maestrazgo es incompatible con la biodiversidad
Un grupo de organizaciones ecologistas se unen para transmitir su oposición al proyecto Clúster Eólico Maestrazgo mientras defienden una implantación de las energías renovables compatible con el territorio. Las organizaciones mencionadas se unen para firmar un Manifiesto en favor de la biodiversidad y en contra del Clúster Maestrazgo.
Por los impactos que los combustibles fósiles generan sobre el clima, la naturaleza y las personas, las organizaciones ecologistas apoyan y consideran urgente la transición hacia fuentes de energía renovable. Sin embargo, un despliegue desordenado y excesivamente centralizado de las energías renovables está produciendo importantes impactos locales que pueden y deben ser evitados.
El Clúster Eólico Maestrazgo constituye un proyecto de generación eléctrica de grandes dimensiones, cuyas instalaciones se extienden por las comarcas turolenses del Maestrazgo y Gúdar-Javalambre y cuyas líneas de evacuación recorren el Alto Maestrazgo de Castellón hasta la estación eléctrica de Fraiximeno, en Morella.
Esta instalación amenaza de manera directa la preservación de la biodiversidad al ubicarse dentro de lugares con figuras de protección natural, o en zonas muy próximas a ellas, y con alta presencia de especies de aves recogidas dentro de los catálogos de especies amenazadas. El proyecto refleja cómo, aún hoy, existen proyectos de energías renovables que se proyectan y desarrollan sobre zonas de alta sensibilidad ambiental y/o social en nuestro país.
La práctica totalidad de los términos municipales sobre los que se proyectan los parques, así como un número significativo de los molinos eólicos que los componen, se encuentran ubicados o rodeados por zonas de máxima sensibilidad ambiental, Red Natura 2000 y/o Espacios Naturales Protegidos. En concreto, se identifican afecciones a 8 espacios de la Red Natura 2000 (3 Zonas de Especial Protección para las Aves, 3 Zonas de Especial Conservación y 2 Lugares de Interés Comunitario).
Al tratarse de un área que engloba diversas zonas de alta sensibilidad ambiental, y al existir sospechas argumentadas y suficientes de que el proyecto podría acarrear serios impactos locales y acumulativos, las organizaciones firmantes consideran que debería prevalecer, en todo caso, la aplicación del principio de precaución. Asimismo, reivindican que en las áreas protegidas la prioridad debe ser la conservación y restauración de la naturaleza, ya que hay suficiente potencial fuera de ellas para abastecer la totalidad de la demanda de energía con energías renovables.
En este sentido, el manifiesto firmado por las organizaciones ecologistas reivindica el cumplimiento del derecho y participación en materia de información ambiental reconocido por el Convenio de Aarhus, y apela a dar la oportunidad de revisión del proyecto Clúster Maestrazgo suspendiendo la ejecución del mismo de forma cautelar, al amparo del artículo 191 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Asimismo, las organizaciones solicitan que en dicha revisión se evalúe el incumplimiento de las directivas europeas relativas a la conservación de hábitats y especies.
Por último, las organizaciones ecologistas insisten en la necesidad de llevar a cabo una planificación territorial vinculante que excluya el desarrollo de energías renovables en las zonas de mayor sensibilidad ambiental, así como priorizar su instalación en zonas de suelo antropizado (entre otros: puertos, infraestructura pública, carreteras, aparcamientos, polígonos industriales o vertederos) y/o suelo industrial, urbano, urbanizable, degradado y sin valores ambientales especialmente relevantes.