¿Podría el cambio climático desencadenar huracanes en el Mediterráneo?

¿Podría el cambio climático desencadenar huracanes en el Mediterráneo?

 

El fenómeno conocido como “medicane” (del inglés Mediterranean hurricane) consiste en ciclones con características tropicales que, aunque raros, se forman en el mar Mediterráneo. Las proyecciones científicas indican que el calentamiento global podría reducir la frecuencia de estos eventos, pero —al mismo tiempo— intensificar los más potentes gracias al aumento de la temperatura superficial del mar.

¿Qué son los “medicanes”?

Los medicanes son sistemas ciclónicos de pequeña escala que muestran estructura un ojo bien definido y convección profunda, asemejándose a los huracanes tropicales pero con menor duración y tamaño. Se forman generalmente en otoño e invierno, cuando una borrasca extratropical puede adquirir características tropicales bajo aguas aún relativamente cálidas y aire frío en altura. A diferencia de los huracanes atlánticos, que surgen sobre océanos amplios, los medicanes requieren una combinación muy específica de aguas cálidas, gradientes de temperatura y forzantes atmosféricos locales, lo que explica su baja frecuencia anual (uno o dos episodios).

El papel de la temperatura del mar

La temperatura superficial del mar (SST, por sus siglas en inglés) es el principal combustible de cualquier ciclón tropical, incluida la variación mediterránea. Las observaciones recientes muestran anomalías de SST al alza en el Mediterráneo, especialmente en verano y otoño, vinculadas directamente al cambio climático antropogénico. Un aumento de tan solo 3 °C en la SST del Mediterráneo podría crear las condiciones termodinámicas necesarias para huracanes más intensos y con estructura plenamente tropical. De hecho, científicos señalan que la mayor diferencia entre aguas cálidas y aire frío en capas altas favorece la intensificación rápida de estos sistemas, dotándolos de vientos sostenidos y un ojo definido.

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(Foto: NASA)

Escenarios futuros según la ciencia

Diversos estudios basados en modelos de alta resolución concluyen que, bajo escenarios de altas emisiones de gases de efecto invernadero, la frecuencia de medicanes podría disminuir, pero su intensidad media aumentaría, generando eventos más extremos. Un análisis de 15 modelos climáticos regionales proyecta una reducción en el número total de estos ciclones de hasta un 20 % para finales de siglo, aunque los que realmente se formen podrían alcanzar vientos del orden de un huracán de categoría 1 o 2. Asimismo, investigaciones del IPCC destacan que la región mediterránea es un “punto caliente” de cambio climático, donde las temperaturas aumentan más rápido que la media global, exacerbando la variabilidad extrema. Sin embargo, persiste un grado de incertidumbre considerable en las proyecciones debido a la complejidad de los procesos atmosféricos locales y la limitada resolución espacial de algunos modelos.

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Implicaciones y preparación

Los medicanes pueden causar lluvias torrenciales, oleaje anómalo y marejadas costeras, con riesgo de inundaciones graves en zonas densamente pobladas, como ocurrió con el devastador Medicane Daniel en septiembre de 2023 en Libia, que provocó miles de muertes y daños catastróficos. Las infraestructuras de alerta temprana y comunicación deberán reforzarse; la experiencia demuestra que muchos países ribereños aún no cuentan con sistemas adaptados a tormentas de esta intensidad. Además, la planificación urbana y costera debe incorporar mapas de riesgo actualizados, teniendo en cuenta los escenarios de subida del nivel del mar y lluvias extremas proyectadas por el cambio climático. Programas de concienciación pública y protocolos de emergencia son esenciales para minimizar pérdidas humanas y económicas en futuras crisis meteorológicas.

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