España está llena de maravillas, como estos impresionantes tesoros. Pero esta vez te contaremos sobre una colosal obra que además de producir enormes cantidades de energía es uno de los mayores logros de la ingeniería española que han transformado su paisaje.
Una gran maravilla en España
España tiene obras tan impresionantes que han quedado grabadas en la historia del mundo. Desde la historia medieval hasta la actual era de la tecnología España ha sido cuna y destino de grandes constructores que han dejado una gran huella en el territorio.
Pero estas maravillas, no solo son construcciones hermosas para admirar, sino que actualmente siguen cumpliendo roles esenciales. Por ejemplo, las grandes presas y embalses, producen cantidades de energía suficientes para miles de personas.
Y ese es el caso de esta maravillosa obra colosal: La presa de Almendra, ubicada en el río Tormes en Salamanca. Esta increíble obra además de ser la presa más alta de España, es considerada una batería eléctrica.
Un largo camino con grandes resultados
Tiene una impresionante altura de 202 metros y una capacidad de 2648 hm. Desde su punto más alto, se pueden apreciar vistas impresionantes, las cuales atraen a los turistas que visitan el parque natural Arribes del Duero. Por esta razón, es conocida como «el mar de Castilla y León«.
Su construcción, que comenzó en 1963 y terminó con su inauguración el 24 de noviembre de 1970, pero el camino no fue nada fácil, requirió más de dos millones de metros cúbicos de hormigón y tuvo un coste aproximado de 4000 millones de pesetas de la época.
En total, el embalse tiene una superficie de 8650 hectáreas siguiendo meticulosamente la cuenca del río Tormes, y tiene capacidad para almacenar 2648 hm³ de agua, un volumen que le otorga un papel crucial en la gestión hídrica de la región.
Tiene una potencia instalada de 810 MW, produciendo anualmente una media de 1376 GWh, por lo que es considerada una de las centrales hidroeléctricas más importantes del país. Además tiene con bombas reversibles que permiten bombear agua desde y hacia el río Duero.
Esto es una ventaja extraordinaria, ya que le permite almacenar energía en forma de agua bombeada durante las horas de baja demanda eléctrica, para luego utilizarla en los picos de consumo, funcionando así como una gigantesca batería natural.
Un gran cambio en la historia de España
Pero además de su importancia energética marcó un antes y un después en la economía y demografía de localidades como Villarino de los Aires y Almendra. Se construyeron poblados enteros para albergar a los trabajadores, acabando con el problema de la baja densidad poblacional.
Los datos demográficos reflejan claramente este fenómeno: en 1970, coincidiendo con el final de las obras, Almendra alcanzó los 807 habitantes censados, mientras que Villarino de los Aires llegó a contar con 2130 habitantes durante el pico de las obras ¡Realmente impresionante!
Este incremento poblacional vino acompañado de un desarrollo económico sin precedentes, con la creación de comercios, servicios e infraestructuras para atender las necesidades de los trabajadores y sus familias.
Sin embargo, una vez completada la obra, la mayoría de los trabajadores y sus familias abandonaron la zona, provocando un rápido descenso demográfico. Pero a pesar de esto, la economía si mejoró y la zona se convirtió en una maravilla turística.
Sin duda, esta obra es una de las más impresionantes de España. Sus 1376 GWh de producción anual hablan de su importancia energética, pero su historia, impacto y belleza hacen que sea mucho más admirable.
Esta obra colosal ha transformado el paisaje, la economía y la vida española. A pesar de no ser tan valorada actualmente, es un gran referente que nos demuestra que se puede producir energía de manera más sostenible y hacer historia. Ojalá en un futuro estas obras no queden en el olvido y sirvan de ejemplo para futuros proyectos, como los que harán luego de este maravilloso descubrimiento.