Que los trofeos de caza ayudan a la conservación es una gran mentira. A pesar de la creciente crisis de biodiversidad que experimenta el mundo, todavía es legal cazar especies en peligro de extinción para obtener trofeos. Por lo que elefantes, rinocerontes, leopardos, leones y osos polares suelen ser víctimas de esta cruel práctica.
La UE es el segundo mayor importador de este tipo de ‘crueles presas’ en todo el mundo, con casi 15.000 trofeos de caza de animales individuales importados solo entre 2014 y 2018. La industria suele utilizar mensajes equivocados (y a veces directamente falacias) para justificar sus acciones. Pero un nuevo informe publicado por 30 ONG de toda Europa y África, aborda científicamente estos mitos y los desmonta uno por uno.
Mito: los trofeos de caza ayudan en los esfuerzos de conservación
Hecho: Afecta negativamente a las poblaciones de especies protegidas y en peligro de extinción
Los cazadores suelen elegir animales jóvenes, grandes o fuertes para matar, porque ‘lucen mejor’ que otros más viejos o enfermos. De esta forma, lo único que hacen es poner en peligro el acervo genético de una población. Algo que afectará negativamente a su supervivencia a largo plazo.
Esto también socava los esfuerzos de las comunidades locales y de las ONG que bregan por informar y educar para conseguir una coexistencia con dichos animales en pro de su conservación. Porque estas prácticas normalizan la matanza de animales por placer personal y a cambio de dinero.
Mito: los trofeos de caza benefician a las comunidades locales
Hecho: Para las comunidades es una situación en la que todos pierden
La industria de los trofeos de caza está plagada de corrupción y mala gestión. Lo que maximiza las ganancias de los funcionarios de caza, los operadores turísticos y los empleados del gobierno. Las comunidades locales se benefician con entre 0,30 y 5,90 dólares per cápita al año. Y ello según el país. A menudo, los dineros obtenidos por los derechos de caza ni siquiera llegan a las comunidades locales.
Para la mayoría de las comunidades, los trofeos de caza es una situación en la que todos pierden. Pierden su vida salvaje a manos de los cazadores extranjeros. Y no obtienen beneficios del dinero producido por este negocio mortal. La caza de trofeos no solo explota la vida silvestre y la naturaleza. Si no que también priva a las comunidades locales de su patrimonio y existencia futura.
Mito: la práctica tras los trofeos de caza previene la caza furtiva
Hecho: Promueven la caza furtiva y las prácticas ilegales
La evidencia muestra un elevado número de incidentes de caza furtiva en las zonas de caza, lo que lleva al agotamiento de las poblaciones de animales. Esto ha sido especialmente evidente en la reserva de caza de Selous en Tanzania. Esta es la mayor zona de caza en África. Y en ella aproximadamente 55.000 elefantes fueron cazados furtivamente entre 2007 y 2014.
Esta situación provocó una disminución de la población del 80 %. En algunos casos, los animales migran de áreas protegidas para reocupar territorios vacíos en zonas de caza, solo para terminar siendo víctimas de la caza de trofeos.
Mito: los trofeos de caza reducen los conflictos entre humanos y animales
Hecho: estos trofeos exacerban los conflictos entre humanos y animales
Los cazadores de trofeos suelen apuntar a machos grandes y más maduros, lo que a menudo altera la dinámica social y exacerba el conflicto con la población local. Esto tiene toda la lógica, puesto que, sin los machos alfa, las organizaciones sociales quedan acéfalas
Por ejemplo, los elefantes de poblaciones que han sido objeto de matanzas ilegales durante un período de tiempo prolongado a menudo se vuelven recelosos de los asentamientos humanos y pueden expresar comportamientos agresivos.
La caza también puede alentar a los depredadores a aventurarse con mayor frecuencia en los diversos poblados cercanos a sus territorios. Y cuando lo hacen acaban depredando animales de granja, que les resultan una fuente de alimento fácilmente disponible.
No más trofeos de caza
Hay una creciente oposición a este tipo de trofeos por parte del público, los estados miembros y las ONG, Además, el Parlamento Europeo ha pedido una prohibición de la importación de trofeos de especies protegidas y Bélgica, los Países Bajos, Francia y Finlandia ya han implementado, o están en proceso de hacerlo, restricciones a la importación. El 81% de los ciudadanos de los principales países europeos importadores de trofeos de caza se oponen a esta práctica y piden una prohibición de las importaciones.
No es posible que se siga soportando este tipo de prácticas y promoviendo la existencia de mitos como los que hemos desmontado. Es urgente que se termine de una vez de asesinar animales para que unos pocos pasen un buen momento. Ninguna especie se merece que acaben con su vida para justificar este lucrativo negocio y terminar como un trofeo en una pared.