Los expertos avisan que el petróleo podría acabarse antes de lo que se preveía

Los expertos avisan que el petróleo podría acabarse antes de lo que se preveía

El petróleo es un hidrocarburo. A temperatura ambiente es un líquido de color negro verdoso con una alta viscosidad y muy inflamable. Proviene de la lenta transformación a lo largo de millones de años de microorganismos vegetales y animales depositados en el fondo de los mares y sometidos a altas presiones y temperaturas.

Hay yacimientos de petróleo o gas natural (que es un derivado de la mencionada descomposición) en casi todas partes del planeta, tanto en la tierra como en el mar. Aunque no todos son fácilmente accesibles para su explotación.

Cuando los ingenieros petroleros hacen las prospecciones de ciertas zonas, comprueban determinadas pautas fundamentales. Esto les permite dilucidar si un depósito será rentable para su explotación y si producirá petróleo o gas de calidad óptima. Este tipo de fuentes energéticas son altamente contaminantes, por lo que la descarbonización apunta a reemplazarlas por energías renovables.

¿Cómo se formaron los depósitos de petróleo y gas?

Los hidrocarburos, es decir, el petróleo y el gas natural, se formaron dentro de las rocas madre, como resultado de la transformación de sedimentos ricos en materia orgánica a medida que los mismos quedaban enterrados en el suelo.

Bajo el efecto de la presión y la temperatura, la materia orgánica se descompone primero en petróleo y en algunos casos, en gas, y el resto se solidifica. Parte de los hidrocarburos así formados son expulsados ​​gradualmente del lecho de roca y ascienden a la superficie.

Durante su ascenso hacia la superficie terrestre, el petróleo y el gas a veces se filtran en rocas, es decir en yacimiento donde pueden acumularse. Un depósito se forma cuando los hidrocarburos son bloqueados por rocas impermeables y se depositan en fosas porosas, conformando los llamados depósitos “convencionales”.

Los hidrocarburos que permanecen encerrados en un lecho de roca particularmente compacto y poco permeable, se denominan “hidrocarburos de lecho de roca” o, más comúnmente, “hidrocarburos de esquisto”. Constituyen recursos de petróleo y gas “no convencionales”.

Para que un depósito sea ‘explotable’, debe contener cantidades significativas de petróleo o gas atrapado en yacimientos rocosos a los que se pueda acceder. Esta configuración protege los hidrocarburos, en particular contra ataques externos que podrían alterarlos (como el aire, las bacterias, etc.).

Cuando los yacimientos son de esquisto, la extracción es mucho más dificultosa. Por eso se utilizan métodos de fraccionamiento hidráulico, también conocido como fracking. Este consiste en inyectar agua y arena en las fisuras naturales de las rocas, para forzar la salida del petróleo a la superficie.

¿Para qué se usa el petróleo?

El empleo más popular es la conversión del petróleo en combustibles fósiles, mediante complicados procesos mediante los que se produce: naftas, gasóleos, GLP, diésel, queroseno, etc. Pero de este hidrocarburo también se obtienen muchos más productos, especialmente para la industria química, la de la construcción, la mecánica, etc.

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Son derivados del petróleo: los plásticos y el látex, los disolventes, las pinturas, tintes y lacas (incluso las de uñas), un gran porcentaje de los agroquímicos (herbicidas, fertilizantes, plaguicidas, etc.), el asfalto, el betún, las telas sintéticas como el polyester o el nylon, muchos detergentes y jabones, varios cosméticos (champús, perfumes, etc.) y una gran cantidad de productos alimentarios (colorantes, potenciadores de sabor, edulcorantes, etc.).

¿Por qué es perjudicial el petróleo?

En primer lugar, porque sus niveles de contaminación en el momento de la extracción ya son muy importantes. Son graves en una explotación convencional, pero cuando se trata de fracking, estos se disparan, ya que el agua y la arena empleadas son prácticamente irrecuperables. Luego está la polución ligada a su transporte, almacenamiento y procesado. Muchos de los grandes desastres medioambientales están relacionados con el petróleo.

Por si fuera poco, la combustión de este producto o de cualquiera de sus derivados, es altamente contaminante y es la mayor fuente de producción de CO2, uno de los peores gases de efecto invernadero, que han originado el calentamiento global.

¿Cómo se mide el petróleo?

Las unidades de medida de las cantidades de petróleo son el barril (aproximadamente 159 litros) y la tonelada. Las estimaciones de reservas probadas se calculan con base en la cantidad de hidrocarburos recuperables con una certeza razonable y en las condiciones económicas y tecnologías actuales.

Estas reservas fluctúan de año en año y continúan creciendo gracias al descubrimiento de yacimientos no explotados y al desarrollo de nuevas tecnologías de recuperación que mejoran el rendimiento de los pozos petrolíferos.

Los precios del barril se establecen en los mercados internacionales. Por ejemplo, el Brent (nombre de un yacimiento en el Mar del Norte) es la referencia del petróleo crudo, especialmente en los mercados de gran parte de Europa, África y Oriente Medio.

¿Cuándo se acabará el petróleo?

Dado que la génesis de este hidrocarburo es un proceso lento que incluye varias etapas, esta es una fuente de energía no renovable, porque los depósitos tienen una determinada capacidad. Los expertos estiman que, para finales del presente siglo, el petróleo se acabará. Pero hay otras predicciones que hablan de menos tiempo.

Algunos científicos estiman que en menos de 50 años el petróleo acabará por terminarse y con él, la principal fuente de gas natural. Por ello, instan a que se desarrollen fuentes de energías renovables, sostenibles y no contaminantes con celeridad, como son el caso de la eólica, la solar, la geotérmica o la hidráulica, entre otras.

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