Lo que perderá el Planeta con las políticas ambientales de Donald Trump

Lo que perderá el Planeta con las políticas ambientales de Donald Trump

 

El recién elegido presidente de Estados Unidos Donald Trump ha dejado claro que la extracción de combustibles fósiles como el gas y petróleo, principales culpables de la crisis climática serán su prioridad, en toda una declaración de intenciones de lo que será su política ambiental y energética en los próximos cuatro años.

Su victoria ha devuelto a la Casa Blanca al negacionista más acérrimo del cambio climático, que está dispuesto a desmantelar las políticas medioambientales de su predecesor y al que poco le importa poner en peligro los esfuerzos mundiales que se hacen para frenar el calentamiento global.

Los expertos advierten de que durante la segunda presidencia de Trump se frenará bruscamente la transición hacia la energía verde. Y temen que con ello acaben las esperanzas de alcanzar los objetivos climáticos a largo plazo que han sido acordados por la comunidad internacional.

Revierte los compromisos climáticos

Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos por segunda vez. Su llegada a la Casa Blanca está rodeada de cuestionamientos desde diferentes sectores. Muchos científicos y organizaciones ambientalistas critican su postura negacionista frente el cambio climático durante su primer mandato —de 2017 a 2021—, una posición que ha abierto dudas y preocupaciones con relación a las decisiones que pueda tomar su administración sobre los temas ambientales.

Durante la última campaña para llegar a la Casa Blanca, Donald Trump anunció que, de llegar al gobierno, Estados Unidos se retiraría del Acuerdo de París. Ahora que asume la Presidencia se espera que cumpla lo ofrecido. El asunto se concretó este lunes 20 de enero. No es la primera vez que Estados Unidos abandona el Acuerdo de París. En junio de 2017, durante el primer mandato de Trump, una de las medidas ambientales más cuestionadas fue el retiró del país del tratado internacional. Esta decisión entró en vigencia en noviembre de 2020.

“Hay una preocupación global porque Trump mencionó que hará exactamente lo que hizo en su primer mandato: salir del Acuerdo de París y autorizar inmediatamente un gran número de exploraciones de petróleo y gas natural”, dice el científico brasileño Carlos Nobre, miembro de la Academia Mundial de la Ciencia.

Reducción de los fondos climáticos

Otro tema que preocupa a expertos en temas ambientales es la posible reducción de los fondos climáticos provenientes de Estados Unidos. David Purkey, director para Latinoamérica del Stockholm Environment Institute señala que “Estados Unidos contribuía mucho” con los fondos climáticos, por lo tanto, considera que el Green Environmental Facility GEF (Fondo Mundial para el Medio Ambiente) se puede reducir.

Cambian las relaciones en la región

Óscar Soria, cofundador de Common Initiative,  considera que la administración de Trump va a tener una relación “mucho más cercana” con Ecuador, Argentina y El Salvador en toda la agenda anticlimática. Para Soria la cuestión climática será un elemento transversal en las relaciones o en las tensiones diplomáticas entre varios países de América Latina.

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“Que Trump haya ganado las elecciones tiene una serie de desafíos para los países de la región. Su política ambiental siempre ha sido hostil a las políticas ambientales adoptadas por su país. En ese contexto, creo que están en riesgo todos los avances que Estados Unidos generó en la región”, agrega Soria.

Los minerales del triángulo de litio

Otro tema preocupante para Latinoamérica con la llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos es la carrera por la explotación de los minerales críticos para la denominada transición energética y las implicaciones para las comunidades del triángulo de litio Argentina, Bolivia y Chile, que tendrán mucha más presión.

“Vamos a ver una política muy agresiva con respecto a la explotación de los minerales críticos, principalmente la cuestión espacial, la energía solar y los autos eléctricos”, señala Soria, de Common Initiative, y precisa que se debe poner atención a la participación de la nueva burguesía empresarial en la administración de Trump, que están relacionados con la tecnología, en referencia a la elección de Elon Musk en el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental.

El equipo de gobierno de Trump

Donald Trump decidió colocar a Lee Zeldin como jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), un excongresista republicano del estado de Nueva York, quien votó en contra del proyecto de ley sobre el clima de Joe Biden y contra un mejor control de las emisiones de metano, uno de los gases de efecto invernadero.

Otra de las designaciones cuestionadas ha sido la del multimillonario Elon Musk para liderar, junto con el empresario y político Republicano Vivek Ramaswamy, en el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Ramaswamy es el fundador de Roivant Sciences, una compañía dedicada a adquirir patentes farmacéuticas aún no comercializadas o en fase experimental. Musk es considerado un líder de la transición energética por sus empresas Tesla, dedicada a la fabricación de vehículos eléctricos, y Tesla Energy, que produce paneles solares. Sin embargo, estas compañías han sido notificadas por la EPA en varias oportunidades por violar regulaciones ambientales.

En la lista del equipo de gobierno de Trump figuran otros personajes controvertidos como Robert F. Kennedy Jr., en la Secretaría de Salud y Servicios Humanos, quien es un conocido antivacunas; Chris Wright como secretario de Energía, director de una empresa petrolera que promueve y utiliza el fracking; y Doug Burgum como secretario del Interior, quien sería clave para impulsar la producción de petróleo, gas y carbón y desmontar regulaciones. Mongabay Latam.

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