La dependencia mundial de las centrales eléctricas de carbón experimentó un sorprendente aumento en 2023, lo que marcó el mayor aumento anual desde 2016. Esta tendencia, destacada en un informe de Global Energy Monitor (GEM), se produce a pesar del crecimiento récord de las fuentes de energía renovables.
El impulsor clave detrás de este repunte es China, que experimentó la friolera de 47.4 GW de nueva capacidad de carbón agregada el año pasado. Esto representa dos tercios del aumento global, y también se observa un pequeño aumento fuera de China por primera vez desde 2019.
Si bien el desmantelamiento de plantas existentes se desaceleró a nivel mundial, lo que generó un aumento neto de 48.4 GW en la capacidad operativa de carbón, las jubilaciones en Estados Unidos y Europa fueron menores que en años anteriores. Esto contribuyó al aumento general.
Los expertos advierten que esta tendencia es insostenible e incompatible con los objetivos climáticos a largo plazo. La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que es necesaria la eliminación total de la capacidad mundial de generación de energía a base de carbón para 2040 para limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius.
El ritmo actual de jubilaciones está muy por debajo de este objetivo. Con 21.1 GW retirados en 2023, se necesitarían un promedio de 126 GW de cierres anuales durante los próximos 17 años para cumplir con el plazo de 2040. Esto se traduce en cerrar aproximadamente dos plantas de carbón cada semana.
A la preocupación se suma el hecho de que actualmente se están desarrollando a nivel mundial 578 GW adicionales de capacidad de carbón, de los cuales China por sí sola representa 408 GW, suficiente para abastecer a toda la India.
El informe de GEM enfatiza la necesidad de que los países aceleren los planes de eliminación gradual del carbón y traduzcan los compromisos en cronogramas concretos de retiro para plantas individuales. Actualmente, solo el 15% de la capacidad operativa de carbón del mundo tiene un plan de retiro confirmado alineado con los objetivos climáticos.
El informe también destaca una tendencia positiva: la creciente conciencia mundial sobre la necesidad de fuentes de energía más limpias. En enero de 2024, 101 países se habían comprometido a políticas de “no utilizar carbón nuevo” o habían abandonado planes anteriores de expansión del carbón. Esto incluye 12 nuevas incorporaciones a Powering Past Coal Alliance (PPCA) en 2023.
El informe, titulado “Boom and Bust Coal 2024”, es un esfuerzo de colaboración entre GEM y varias otras organizaciones ambientalistas. Sirve como un recordatorio fundamental de que, si bien se están logrando avances hacia una energía más limpia, la lucha contra la dependencia del carbón está lejos de terminar.
Información Noticias ESG