Hungría vuelve ‘a dar la nota’ y votará contra los aranceles al coche eléctrico chino: lo ha anunciado su ministro de Exteriores, que espera que en los próximos años se logre una «cooperación económica» con China. La UE justifica los gravámenes y defiende que las empresas chinas reciben ayudas estatales, lo que distorsiona el mercado.
Hungría votará en contra de la imposición de aranceles a los automóviles eléctricos chinos por parte de la Unión Europea (UE), tal y como ha comunicado el Ministerio de Exteriores del país este martes.
«Hungría se opone a los aranceles, votará en contra de la introducción de aranceles, y esperamos que en los próximos años podamos lograr una cooperación económica civilizada, tranquila y mutuamente respetuosa con China», ha indicado el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, en un comunicado.
El jefe de la diplomacia húngara ha recordado que la Comisión Europea suele aludir a los intereses de los productores europeos, pero considera que las empresas de la UE «protestan contra la subida de aranceles» cuando están presentes en China también como fabricantes. Según el ministro, si Europa quiere mejorar su competitividad, no puede hacerlo «mirando a China como un rival».
La Comisión Europea ha justificado hasta ahora los aranceles porque considera que las ayudas que las empresas chinas reciben de su Gobierno distorsionan el mercado y resultan en competencia desleal. En este escenario, China también ha movido ficha recientemente y abrió una investigación por «competencia desleal» de las importaciones de cerdo de origen europeo. Con todo, Bruselas ha reafirmado su voluntad de buscar una solución pactada y ha mantenido reuniones con China, comprometiéndose a «mantener abiertos los canales de comunicación a nivel ministerial» con el país asiático.
Entretanto, la otra potencia mundial, Estados Unidos, ha anunciado que impondrá el 100% de aranceles a a finales de septiembre a los vehículos eléctricos chinos.
Fabricantes chinos se instalan en Hungría, ante la permisividad del país que gobierna Víktor Orbán
Volviendo a mirar a Europa, el Gobierno húngaro del ultranacionalista Viktor Orbán anunció en 2014 una política de «apertura hacia el Este», con el fin de buscar relaciones más estrechas con las grandes potencias asiáticas, como China, y presentándose como un puente entre Oriente y Occidente.
En los últimos años, Hungría ha anunciado una serie de inversiones de fabricantes de vehículos eléctricos y de baterías, entre los que destacan las chinas EVE y Contemporary Amperex Technology (CATL), que tiene previsto invertir unos 7.300 millones de euros en Hungría para una planta que podría empezar a producir a partir de 2026.
Por su parte, el mayor fabricante de automóviles eléctricos, el chino BYD, instalará su primera planta de producción de Europa en la ciudad de Szeged, al sur de Hungría.