Lamentablemente, en el examen del reciclaje en España esta no solo no logra una buena nota si no que suspende a la hora de comprometerse en una gestión responsable y sostenible de los residuos que se generan en el día a día. De esta manera, este tema se convierte en una de las grandes asignaturas pendientes.
Trasladando esta nota a porcentaje, en España no llega a la mitad (solo cerca del 41 %) los residuos municipales que se reciclan según datos de Eurostat. Una cifra que, comparada con lo que exige Europa, no llega al 55 % que se pide en este caso para este año.
Lejos parece que quedará también del 65 % que desde Bruselas se pedirá en materia de reciclaje para el año 2035.
Suspenso para el reciclaje en España
Con grandes disparidades por tipo de residuo, España celebra un año más el Día del Reciclaje lejos del aprobado, especialmente en envases de plástico y materia orgánica, un panorama que se espera mejorar con el futuro sistema de depósito y retorno de botellas y más educación e información al ciudadano. En España solo se recicla alrededor del 41 % de los residuos municipales, según Eurostat, una cifra que no llega al 55 % que exige la Unión Europea para este año y que está muy lejos del 65 % que se pedirá en 2035.
«El sistema está muy mal planteado, tampoco lo ponen fácil a las personas», señalan responsables de organizaciones ecologistas, que explican que la gran variedad de productos y envases que hay en el mercado dificulta su separación y casi el 80 % de los residuos se recogen mezclados.
Gran parte de la materia orgánica acaba en la fracción resto, a pesar de la llegada a muchos municipios del cubo marrón, el contenedor más desconocido para el ciudadano y que todavía no está implantado al 100 %. Mientras que el vidrio y el papel presentan tasas más elevadas, persisten las deficiencias en el plástico: Eurostat apunta a que España recicla apenas el 41 % de los envases de este material que utiliza.
La gestión que se hace del contenedor amarillo -que corresponde a Ecoembes-, la deficiente información que tiene el consumidor para separar y la diversidad de envases en el mercado, muchas veces con varios materiales o capas que complican «muchísimo» su reciclaje, influyen en las bajas tasas, según estos ecologistas.
En España, los datos sobre el reciclaje por residuo proceden de diversas entidades y desde estas organizaciones denuncian que la falta de control sobre ellos también dificulta esta actividad, porque confunde al ciudadano, que acaba convencido de que se recicla más de lo que realmente ocurre.
La disparidad en los datos quedó patente el pasado noviembre, cuando un informe del Ministerio para la Transición Ecológica señaló que solamente se reciclaba el 41,3 % de las botellas de plástico de un solo uso, muy por debajo del 73 % que apuntaba Ecoembes.
Hacia el retorno de envases en esta apuesta por el reciclaje
Ese dato ha sido clave para dar un paso hacia el futuro sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases de bebidas, la herramienta en la que diferentes actores del sector confían para dar un impulso a las tasas de recuperación y reciclaje.
La Ley de Residuos establece que si no se alcanza el objetivo del 70 % de botellas recicladas se debe poner en marcha este sistema, que tiene que estar operativo como muy tarde en noviembre de 2026 y será diseñado por la propia industria. Lo único que define la legislación es que el consumidor debe pagar un depósito de al menos 10 céntimos al comprar cada envase de bebidas, que le serán devueltos cuando lo entregue de vuelta.
La industria y la distribución de bebidas ha anunciado este mes la creación de una asociación independiente que se encargará de definir y operar el sistema, con la Secretaría Técnica en manos de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc).
El SDDR ya existe en países como Alemania, Noruega o Países Bajos, pero «el mercado español presenta peculiaridades que lo hacen realmente distinto», asevera a EFE el director general de Aecoc, José María Bonmatí.
El peso del turismo y la hostelería, el gran volumen de establecimientos de alimentación y bebidas, y la particularidad de la España rural son las especificidades que apunta Bonmatí, que alerta de que el proyecto tiene «una enorme complejidad» y que la tasa pagada por el consumidor puede afectar a las ventas.
Pese a que, al menos de momento, solo se aplicará a botellas, latas y bricks de bebidas, el impacto puede ser enorme: según la Asociación Retorna, en España se venden cada día 51 millones de envases de bebidas.
El sistema «ya está inventado y funciona fenomenal en países de aquí al lado», insiste Barea desde Greenpeace, que refiere que en Alemania la tasa de retorno es superior al 98 % y considera que se debería sumar también el vidrio.
El SDDR será una forma de «premiar a quien lo hace bien», pero también es necesario mejorar la información al ciudadano para que aprenda a separar. La voluntad está ahí: más del 80 % de los españoles separa los residuos en casa, coinciden diferentes estudios.
«No hay ninguna duda de que el reciclaje es una de las prácticas ambientales que está más implantada», asegura a EFE el presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental, Federico Velázquez de Castro, que insta a aumentar la información al ciudadano de forma personalizada, por ejemplo a través de los Ayuntamientos.
Una carta con la que se comunique periódicamente qué proporción de residuo se recicla y lo que implica -por ejemplo, que reciclar una tonelada de vidrio ahorra unos 140 kilos de petróleo- ayudaría a mejorar esta práctica.
También comunicar mejor cómo funciona una planta de tratamiento de residuos, para acabar con «leyendas urbanas» como la que afirma que da igual reciclar porque todo va al mismo camión. EFE / ECOticias.com