El misterio del coche que funciona 100 % con aire: 200 años para ponerlo en marcha

El misterio del coche que funciona 100 % con aire: 200 años para ponerlo en marcha

 

El misterio del coche que funciona 100 % con aire sigue vigente. Llevamos 200 años para ponerlo en marcha. Si este coche impensado logró sorprenderte, no puedes perderte lo que viene a continuación.

Los coches eléctricos se comercializan con la promesa de conducir un vehículo exento de emisiones. No obstante, presenta claras contraindicaciones respecto a su precio, materiales, o tiempo de recarga.

En este contexto, los motores de hidrógeno parecen el salvavidas más buscado por la humanidad. Solo emiten vapor de agua, pero hay que producir el hidrógeno de alguna manera y muchos de los procesos necesarios para hacer sí son contaminantes.

Coche con aire: ¿utopía o realidad?

Parece que, por ahora, el ser humano todavía no ha encontrado su forma de movilidad ideal, por lo que sigue explorando diferentes opciones. Una de las alternativas con historia es el coche impulsado por un motor de aire comprimido, que realiza un proceso más sencillo que la producción de hidrógeno.

Aunque pueda parecer una utopía, se rozó esta idea con la empresa MDI y Tata Motors que pusieron en marcha un proyecto de estas características. El gran problema que presentan las diferentes formas de movilidad es cómo obtener de energía almacenada para utilizarla posteriormente. Esta debe ser una energía fácil de reponer, transportar y, además, debe estar disponible.

Utilizar aire comprimido como una manera de almacenar energía no es un concepto actual. De hecho, se trata de una idea que apareció incluso antes de la automoción. Ya en 1838, o sea, hace 187 años, dos ingenieros franceses (Andraud y Tessie de Montay) hicieron el gran debut del vehículo de aire comprimido en Chaillot.

Sin embargo, no fue hasta 1873 que estas piezas se aplicaron a nivel práctico. Una serie de municipios franceses comenzaron a utilizar tranvías impulsados por motores de aire comprimido. No salió del todo mal, ya que en algunos casos el servicio persistió por cuatro décadas.

Este invento también llegó a la minería y la perforación de algunos túneles, como el famoso de San Gotardo, para prevenir el peligro que representaban los motores de explosión en contextos tan singulares.

El coche de aire comprimido lleva presente 200 años, pero aún no ha llegado su momento

En 1903, apareció el modelo Liquid Air en Estados Unidos, dando lugar a la comercialización de un acotado número de coches que funcionaban con aire comprimido. Willy Maybach fue uno de los grandes interesados en esta forma de propulsión. Fue uno de los pioneros de la automoción alemana, de la mano de Gottlieb Daimler y Carl Benz.

Ver también:  Cerrado brasileño: un curioso ‘bigote’ ayuda descubrir una nueva especie de ‘serpiente loro’

Llegó a fundar su propia firma de automóviles de lujo. En 1906 sacó a la luz un coche que utilizaba esta fuente de energía, que no combustible. Después de esta creación, surgieron varios intentos de lanzar esta tecnología. Louis C. Kiser quiso mostrar la viabilidad del aire en 1925 en América realizando modificaciones en un motor de explosión para que se moviera con aire comprimido.

1932 fue otro año señalado en la historia, esta vez por Roy J. Mayers, quien consiguió una patente para convertir coches de época en vehículos capaces de funcionar con aire comprimido. Su modelo Air Motors podía lograr 55 kilómetros/ hora y su promotor aseguraba que ostentaba 800 kilómetros de autonomía.

Último coche de aire comprimido conocido

Además del intento de Tata, también existió una pieza coreana, el EnerGine, que tomó un Daewoo Matiz como base. El último intento ejecutado lleva el sello de Citroën. Fue más de una década, en 2013, cuando la firma presentó ante el mundo su modelo C3 híbrido llamado Hybrid Air.

No contaba con un motor eléctrico ni baterías, sino con un motor neumática impulsado por aire comprimido. Su consumo urbano era de 3 litros por cada 100 kilómetros y podría transitar 70 kilómetros circulando solo con aire comprimido. Sin embargo, no se supo más sobre el motor de aire comprimido hasta el día de hoy.

Desventajas del motor de aire comprimido

Aunque en primera instancia confiar en un motor de aire comprimido parece una buena idea, también entraña retos y limitaciones como un alcance limitado en comparación con otros modelos conocidos, la falta de una infraestructura de recarga para implementarlo en masa y una habitual potencia limitada.

Con casi 200 años de historia, el coche de aire comprimido aún no ha logrado alzarse como una opción más del mercado. Sin embargo, conforme la tecnología avance puede que este concepto vuelva a resurgir. Mientras tanto, sigue el debate abierto sobre la viabilidad de los coches eléctricos.

Referncia de contenido aquí