El sábado 21 de diciembre pasado, centenares de manifestantes se concentraron a la puerta de cadenas de supermercados como Eroski y El Corte Inglés de varias ciudades españolas como Vigo, Madrid, Granada, Palma de Mallorca o Vitoria, en el marco de una convocatoria denominada “Tu Supermercado Vende Crueldad” en contra del greenwashing y otras prácticas poco saludables.
La misma señala la responsabilidad de los supermercados de promover un consumo exacerbado y focalizado en productos de origen animal, particularmente en la época navideña. Demandan políticas urgentes que prioricen el respeto hacia los animales, la salud humana y la sostenibilidad por parte de los distribuidores minoristas.
Según los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), España lidera el consumo de productos cárnicos en la Unión Europea, con casi 105 kilogramos por persona y año, unos 2 kilogramos por semana. Esta cifra contrasta con los 300 gramos semanales máximos recomendados por la Comisión EAT-Lancet, formada por 40 científicos internacionales.
En España, más de 10 millones de personas sufren patologías relacionadas con el corazón, más de 120.000 fallecen cada año. El departamento de salud pública de Harvard y la Universidad de Purdue, concluyeron que sustituir la carne roja por proteínas vegetales reduce el riesgo de enfermedades cardiacas. Meir Stampfer, profesor de epidemiología y nutrición y autor del estudio, señaló: “Si sustituimos las hamburguesas por galletas o patatas fritas, no estamos más sanos. Pero si sustituyes la carne roja por fuentes saludables de proteínas vegetales, como frutos secos y alubias, obtienes un beneficio para la salud”.
Además, el reciente Estudio Omniveg de la Universidad Francisco de Vitoria, afirma que sustituir en la dieta mediterránea tradicional los productos animales por vegetales implica mejoras en la salud cardiovascular. Por su parte, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en sus recomendaciones dietéticas sostenibles, indica que se deben consumir entre 0 y 3 raciones semanales de carne.
Según el Comité Científico de la AESAN, el mayor predominio de alimentos de origen vegetal se alinea con el enfoque Una Salud de la Organización Mundial de la Salud, en el que la salud humana está estrechamente vinculada a la salud del planeta. Por su parte, la Comisión Europea se ha comprometido a desarrollar un plan de acción para promover los alimentos vegetales para 2026.
Se trata de una política enmarcada en el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE. Y es que en todo el mundo, la industria ganadera emplea el 80% del suelo agrícola, genera dos tercios de las emisiones del sector y causa el sacrificio de 70.000 millones de animales, sin contar a los animales acuáticos. Sin embargo, esta industria solo aporta el 36% de la proteína y el 16% de las calorías.
Julia Elizalde, portavoz del colectivo ARDE, señala: “Supermercados como El Corte Inglés o Eroski hacen gala de sus altos estándares de bienestar animal y sostenibilidad, nada más allá de la realidad. No disponen de absolutamente ninguna medida para promover una dieta más vegetal y sostenible. Al contrario, continúan promocionando de forma exacerbada los productos de la industria ganadera. Ambos supermercados tienen el objetivo de la “neutralidad climática” para 2050, lo cual es sencillamente falso porque más del 80% de sus emisiones proceden de su cadena de suministro”.
El omnipresente greenwashing de los supermercados
Las organizaciones sin ánimo de lucro exigen que los supermercados, donde la población española compra más de la mitad de los alimentos, implementen medidas urgentes. En Países Bajos, once supermercados, que suman el 90% de las ventas nacionales, se comprometieron a aumentar el porcentaje de sus ventas de proteínas de origen vegetal del 40% actual al 60% en 2030.
Cuatro supermercados líderes en Alemania redujeron el precio de los sustitutos vegetales para igualarlo al de la carne. Lidl, declaró que las ventas de productos vegetales aumentaron un 30% tras recortar los precios y colocar la carne vegetal junto a la animal. Ello causa que una cesta vegetal de la compra sea más barata que su equivalente en productos cárnicos.
La portavoz de la plataforma convocante, añade: “Demandamos la verdad en cada producto, en cada etiqueta. No toleraremos más greenwashing, ni más publicidad de animales felices en un campo. Los animales no son recursos ni productos, sino seres sintientes con intereses propios. Los supermercados deben exponer y actuar frente al impacto real de sus productos: el sufrimiento animal, la destrucción ambiental y las consecuencias sociales; así como ofrecer alternativas de consumo. Si no lo hacen, serán responsables de perpetuar un sistema corrupto y destructivo”.
Uno de los grandes pilares de la protesta es el combate al ecopostureo, greenwashing o lavado verde de muchos productos, ‘disfrazándolos’ de ser sostenible, ecológicos o bio, cuando en realidad detrás de ellos hay maltrato animal, agentes tóxicos, deforestación importada y mucho más.