- Las naciones del G20 y los bancos multilaterales de desarrollo canalizaron 142 mil millones de dólares hacia proyectos de combustibles fósiles en países en desarrollo entre 2020 y 2022.
- Esto es casi 1.4 veces la cantidad invertida en proyectos de energía limpia durante el mismo período.
- Canadá, Japón y Corea del Sur fueron los principales financiadores de estos proyectos de combustibles fósiles.
- Si bien algunas naciones del G7 se comprometieron a poner fin a la financiación extranjera de combustibles fósiles, persisten lagunas jurídicas y financiación continua de proyectos de gas.
Una promesa incumplida: la financiación de los combustibles fósiles continúa a pesar de los compromisos climáticos
Un nuevo informe por Cambio de Aceite Internacional (OCI) y Amigos de la Tierra EE.UU. revela una preocupante desconexión entre los compromisos climáticos de las naciones del G20 y sus prácticas financieras reales. El informe expone que, entre 2020 y 2022, los países del G20 y los bancos multilaterales de desarrollo que financian invirtieron la asombrosa cantidad de 142 mil millones de dólares en proyectos de combustibles fósiles en países en desarrollo. Esta suma eclipsa los 104 mil millones de dólares invertidos en iniciativas de energía limpia durante el mismo período, lo que pone de relieve una preocupante priorización de los combustibles fósiles a pesar de los compromisos climáticos internacionales.
Kate DeAngelis, Gerente Senior del Programa de Finanzas Internacionales de Amigo de la Tierra Estados Unidos, dijo:
“Si bien las finanzas públicas internacionales podrían ser un catalizador para una transición energética justa, los líderes gubernamentales no las utilizan para ofrecer soluciones de energía limpia donde más se necesitan. Como destaca este informe, menos del 10% del financiamiento del G20 y de los principales bancos multilaterales de desarrollo está llegando incluso a los países de bajos ingresos donde las necesidades de acceso a la energía son mayores. Peor aún, tres cuartas partes de ese financiamiento se están canalizando a proyectos de combustibles fósiles que destruyen el clima y que prácticamente no brindan acceso a la energía a las comunidades y, en cambio, bloquean más contaminación, emisiones que destruyen el clima y devastación”.
Canadá, Japón y Corea del Sur: principales culpables del financiamiento de combustibles fósiles
El informe identifica a Canadá, Japón y Corea del Sur como los principales culpables de esta financiación continua de los combustibles fósiles. Estas naciones canalizaron miles de millones de dólares hacia la expansión de las operaciones de combustibles fósiles en los países en desarrollo, obstaculizando aún más la transición global hacia la energía limpia. En particular, los proyectos de gas recibieron una parte importante de esta financiación, lo que generó preocupaciones sobre el impacto ambiental a largo plazo.
Makiko Arima, responsable principal de campañas financieras de Oil Change International, destaca el caso específico de Japón:
“Japón está descarrilando la transición hacia la energía renovable en Asia y a nivel mundial. A pesar de su compromiso del G7 de poner fin a la financiación de los combustibles fósiles, sus instituciones financieras públicas como el Banco Japonés de Cooperación Internacional (JBIC) siguen apoyando nuevos proyectos de combustibles fósiles, incluido el campo de gas de Scarborough en Australia y las centrales eléctricas de gas en México. JBIC está investigando actualmente una denuncia de que no siguió sus salvaguardias sociales y ambientales al desarrollar la primera terminal de importación de GNL de Filipinas en Batangas. Japón necesita anteponer a las personas y al planeta a las ganancias y trasladar sus finanzas de los combustibles fósiles a las energías renovables”.
Las lagunas jurídicas y los retrocesos socavan las promesas del G7
Los hallazgos exponen una brecha entre las promesas hechas por algunas naciones del G7 y sus acciones. Si bien el G7 se comprometió a detener la financiación extranjera de combustibles fósiles en 2022, las lagunas jurídicas y la concentración en proyectos de gas siguen socavando este compromiso. Países como Estados Unidos y Japón han sido criticados por explotar las lagunas jurídicas y no implementar políticas concretas para poner fin a la financiación de los combustibles fósiles.
Claire O’Manique, analista de finanzas públicas de Oil Change International Notas:
“Mientras los países ricos siguen dando largas y afirmando que no pueden permitirse el lujo de financiar una transición energética globalmente justa, países como Canadá, Corea, Japón y Estados Unidos parecen no tener escasez de fondos públicos para combustibles fósiles que destruyen el clima. Debemos seguir responsabilizando a los países ricos por su papel en la financiación de la crisis climática y exigir que actúen primero y más rápido en la eliminación gradual de los combustibles fósiles, que dejen de financiar los combustibles fósiles y que paguen la parte que les corresponde de una transición globalmente justa, la pérdida. y financiación de daños y adaptación”.
Peter Bosip, director ejecutivo del Centro de Derecho Ambiental y Derechos Comunitarios (CELCOR), dijo:
“Hace más de una década, las finanzas públicas internacionales llegaron a Papúa Nueva Guinea para financiar un desastroso proyecto de gas natural licuado. A pesar de los abusos a los derechos humanos y la destrucción ambiental, estas mismas instituciones están dispuestas a apoyar un proyecto de gas relacionado que probablemente tenga efectos igualmente nocivos. Este informe demuestra que Papua Nueva Guinea no está sola: las finanzas públicas internacionales siguen proporcionando miles de millones cada año para combustibles fósiles. Es hora de que las instituciones financieras públicas aprendan algunas lecciones de los errores del pasado y se nieguen a apoyar Papua LNG y otros proyectos de combustibles fósiles”.
Prioridades cambiantes: un llamado a la acción
El informe subraya la urgente necesidad de que los países del G20 alineen sus prácticas financieras con sus compromisos climáticos. Expertos de OCI y Amigos de la Tierra Estados Unidos enfatizan la importancia de responsabilizar a los países ricos por su papel en la perpetuación de la crisis climática. Piden una transición rápida para abandonar los combustibles fósiles y un cambio en la financiación hacia soluciones de energía limpia, particularmente en los países en desarrollo donde el acceso a la energía es un desafío crítico.
Este informe sirve como un claro recordatorio del trabajo que queda por hacer para lograr una transición justa hacia un futuro con energía limpia. Al resaltar la desconexión entre promesas y acciones, obliga a las naciones del G20 a priorizar la acción climática e invertir en un futuro sostenible para todos.
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