El 25% de los linces ibéricos pierden la vida atropellados: el ser humano es la principal causa de fallecimiento de esta especie. «Las sanciones por atropello imprudente, pueden ascender hasta los 60.000 euros«.
A finales de agosto, en solo tres días, han encontrado tres linces ibéricos jóvenes atropellados en Andalucía, concretamente en Villamanrique de la Condesa, en Sevilla, y en los municipios de Arquillos y Mengíbar, en Jaén. Así lo denuncia la Asociación Ecologistas en Acción, quienes aseguran también que se han elevado a 12 los linces fallecidos en las inmediaciones de Doñana este año.
Juan Romero, portavoz de esta organización en el Parque de Doñana, advierte que hay muchas más muertes de linces en carreteras andaluzas, especialmente en Córdoba y Jaén, que aún no figuran en los registros oficiales.
El atropello, principal causa de fallecimiento del lince ibérico
El impacto con vehículo representa alrededor del 75% de las muertes de estos felinos en la toda Península. El año pasado se registraron 189 bajas por este motivo entre España y Portugal, según relata el informe anual liderado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). En concreto, en Andalucía fallecieron 87 ejemplares de lince ibérico, de los cuales 71 murieron a causa de un arrollamiento.
Este año Doñana ha mermado, por esta razón, cerca del 10% de su población de linces ibéricos, un número que ya se acerca al del año anterior, cuando se cifraron 13 fallecimientos por esta misma causa.
Zonas negras para el lince ibérico
«Faltan medidas de prevención y las que hay no se respetan», asevera Juan Romero, quien señala que existen zonas negras en las que se producen más atropellos, a pesar de contar con medidas correctoras. La causa principal es que el lince ibérico es muy activo en estas zonas, muy ricas en población de conejos, que es la presa de caza favorita para el lince ibérico. El experto añade que son zonas señalizadas y con limitación de velocidad a 60 Km/h, pero que muchos usuarios no respetan, por ello, insiste, «sería necesario la instalación de radares».
En estas zonas negras encontramos, además, otras medidas correctoras como pasos subterráneos o zonas elevadas. El portavoz de Ecologistas en Acción expresa la necesidad de extender estas medidas a otras carreteras, no catalogadas como «puntos calientes» en las que también ocurren accidentes.
Cuando son golpeados por coches, se quedan completamente paralizados y mueren
Control, seguimiento y mantenimiento son claves para evitar estos incidentes, son las medidas necesarias a juicio de Romero, quien explica que la población de lince está saliendo del espacio protegido, llegando incluso a las zonas agrícolas, es decir, en la zona más humanizada. «Los linces ibéricos tienen que moverse, son crías jóvenes de tres años y tienen que atravesar numerosas carreteras. Al no respetar la señalización, pues lo más normal es que estos animales que aparentemente son muy astutos, con los coches, se quedan completamente paralizados y mueren», subraya Romero.
Las reacciones de los conductores ante estos atropellos son muy diferentes. «Unos conductores avisan, otros no avisan y dejan al animal en la carretera y normalmente son los agentes de la autoridad, agentes de medio ambiente y el Seprona quién recibe los avisos o quién los encuentra», explica y recuerda que si se atropella un ejemplar, el protocolo adecuado a seguir es en primer lugar llamar a las autoridades, después comprobar si está vivo y avisar a un veterinario.
«Las sanciones por atropello imprudente, pueden ascender hasta los 60.000 euros», apunta. En cambio, los accidentes fortuitos, no están penados.
Ecologistas en Acción nos muestra un vídeo donde se puede observar un lince ibérico aturdido a causa de un atropello en la carretera de la Dehesa de Abajo, en Sevilla, en febrero de 2023. En este caso, el responsable del accidente se dio a la fuga, pero por fortuna, otras personas que transitaban la vía llamaron a las autoridades. El lince ibérico fue atendido y devuelto a la naturaleza.
Según el informe del MITECO, desde que se superó la barrera de los mil ejemplares en 2020, la población del lince se ha duplicado en tres años, siendo Andalucía y Castilla-La Mancha las que cuentan con una población mayor. A pesar de estas cifras, el portavoz de Ecologistas en Acción advierte que «si hacemos las cosas de la misma manera o no hacemos nada, vamos a obtener los mismos resultados, que es que el lince ibérico y sus poblaciones caigan en picado».
«Las instituciones competentes, en este caso, la Unión Europea, el Estado y la Junta, deberían tomar nota y ponerse a trabajar ya. De lo contrario, nuestras alegrías por haber recuperado a una especie pronto pueden convertirse en una gran frustración», concluye Romero.
Entre las posibles soluciones que aportan los expertos estarían establecer los corredores ecológicos, que son como autopistas para la fauna, como las vías pecuarias y los arroyos. «En ellos los animales se refugian y no tienen la necesidad de atravesar la cantidad de carreteras, que existen en la comarca de Doñana«, sugiere Juan Romero.
Medidas de protección adecuadas en todas las carreras, respetar los límites de velocidad de las vías próximas a las zonas protegidas, ayudaría, explican los expertos, a no perder más ejemplares de esta especie protegida.