Como cada primer sábado de setiembre, hoy 7 de setiembre celebramos el Día Internacional del Buitre 2024, una fecha instituida para dar la voz de alarma acerca de la precaria situación en la que se encuentra esta ave carroñera, vital para los ecosistemas. Muchas especies de buitre están amenazadas por causa de los humanos.
Día Internacional del Buitre 2024: un rol vital para los ecosistemas
Los buitres forman parte de la cadena trófica en la que todos los seres que pueblan el planeta están inmersos. Ya sea en uno u otro escalo, todos tenemos un rol en la misma y el de los buitres es contribuir a la limpieza de los cuerpos de los seres vivos muertos.
Los buitres son aves carroñeras, que comen carne muerta. Gracias a su intervención, otros seres que están más abajo en la cadena alimenticia puedan realizar sus funciones y contribuir al reciclaje completo de los cadáveres, evitando que estos sean focos de infección, de enfermedades y hasta de epidemias, para el resto de los animales vivos.
Esa es la razón de su enorme importancia y de la necesaria presencia de estas enormes aves en todos los ecosistemas del mundo. De hecho, están tan especializados en cumplir esta función que, evolutivamente, algunas especies han perdido las plumas de la cabeza, para poder limpiarse mejor tras alimentarse y evitar afecciones cutáneas.
Día Internacional del Buitre 2024: bajo infinidad de amenazas
Gracias sus particulares hábitos a la hora de buscar comida, el buitre se adapta a vivir en una gran variedad de hábitats, pero cuando estos se degradan y desaparece la fauna local, acaba por romperse la cadena alimenticia, puesto que merma la cantidad de ejemplares de cada especie y a la larga, los carroñeros también se quedan sin comida.
La deforestación es una de las grandes amenazas para esta ave, pero sin dudas el ser humano es el peor de todos los enemigos que puede tener. En muchos sitios donde se practica la caza furtiva se los envenena para que no alerten a los guardaparques de la presencia de cadáveres, como es el caso de los elefantes o los rinocerontes, a los que se mata solo por sus cuernos.
Pero la mayor de las amenazas es que, por su naturaleza, los buitres son los encargados de limpiar los campos donde se practica la ganadería, puesto que se comen los cadáveres de los animales que mueren enfermos o de viejos.
El problema está en que, a la ganadería, casi en todas partes del mundo, se les suministra una fuerte cantidad de medicamentos para prevenir una amplia gama de enfermedades. Entre ellos se les da un antiinflamatorio muy conocido: el diclofenaco.
El principio activo del Diclofenaco es letal para los buitres y prácticamente para todo tipo de aves. Esto se descubrió cuando se comprobó que en la India, en la década de los 90, murió el 99% de los ejemplares. Cuando los científicos se pusieron a investigar el motivo de esta masacre, se encontraron con que el medicamento que se bioacumulaba en la musculatura del ganado resultaba mortal para los buitres. A partir de ese momento se están buscando fórmulas para evitar la mortandad de estas imprescindibles aves en todo el mundo.
Los buitres en España
En nuestro país habitan dos de las especies más emblemáticas de buitres de toda Europa. El 80% de los buitres negros y leonados del continente vive en nuestro territorio, además del alimoche y el quebrantahuesos.
Su supervivencia está seriamente en peligro, por varias razones. Una de ellas es que con la excusa de que no se envenenen con diclofenaco los ganaderos evitan dejar las reses muertas a disposición de estas aves, en vez de acabar con el suministro de dicho medicamento, que, en el caso de las terneras de consumo, acaba en nuestros platos.
El tendido eléctrico es otro de los graves peligros que acecha a los buitres, a pesar de las extensas campañas llevadas a cabo por organizaciones animalistas, aún hay muchos kilómetros de cables que no están debidamente protegidos, para evitar la electrocución de estas y otras aves.
Entre la falta de sustento y el peligro de morir por el cableado eléctrico, España no resulta ser un lugar acogedor para la supervivencia de las cuatro especies de buitre, de las que el alimoche está en peligros de extinción y el buitre negro es una especia casi amenazada en la lista Roja de la UICN. Algo que debemos recordar y combatir este Día Internacional del Buitre 2024.