La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) aprobó en la madrugada de este sábado por consenso el reconocimiento de la contribución de los pueblos indígenas al cuidado y la preservación de la biodiversidad.
La aprobación se dio a última hora en la COP16 celebrada en Cali e implica “la creación de un nuevo órgano subsidiario del Artículo 8J” del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, según la Cancillería colombiana.
“¡Un hito Histórico! Alcanzamos por consenso un gran acuerdo alrededor del artículo 8J con 3 grandes logros en la COP16 Colombia”, expresó por su parte en su cuenta de X la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, presidenta de la reunión.
Con camisetas estampadas con imágenes de aves de la región y frases en las que invitan a cuidar la naturaleza, más de 2.000 personas se dieron cita en el centro histórico de Cali, en el suroeste de Colombia, para despedir la COP16 de Biodiversidad, cuya celebración fue un éxito para la ciudad.
La fiesta, al ritmo de salsa, se prendió en la Plaza de Cayzedo, corazón de la Zona Verde, en la que, según cifras del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, más de 900.000 personas asistieron a las actividades de la COP16 a lo largo de 12 días.
“Dejamos en alto el nombre de nuestra ciudad ante el planeta, le cumplimos a Colombia y le cumplimos al mundo. Esto se debe a que estamos unidos en reconciliación entre nosotros y con la naturaleza”, manifestó el alcalde de Cali, Alejandro Eder.
Cali, capital de la biodiversidad
La invitación incluyó un aplauso masivo esta noche a Cali, tercera ciudad de Colombia, como reconocimiento a su civismo y compromiso con la COP16, considerado el evento más importante realizado en esa urbe.
“Yo quiero que no olvidemos esta sensación que estamos sintiendo, esta alegría, este orgullo de ser caleños porque así como Cali organizó la COP16 más grande de la historia, cada año tendremos la Semana de la Biodiversidad y la seguiremos sacando (la pelota) del estadio”, insistió Eder.
La salsa de orquestas tradicionales de la ciudad, como el Grupo Niche y Guayacán, retumbaron en la plaza, mientras dos profesores de baile dirigían a la multitud.