La minería ilegal junto a la deforestación para el cultivo intensivo son los mayores problemas que enfrentan los pueblos indígenas de la Amazonía. Según destacan los expertos que participan de la COP16 es necesario conservar el 80% del bioma y detener la minería ilegal y la deforestación de forma urgente y perentoria.
El Informe Planeta Vivo 2024 de WWF advierte sobre una dramática caída de 73% en las poblaciones de vida silvestre monitoreadas en los últimos 50 años, baja que se agudiza en Latinoamérica y el Caribe, en donde alcanza el 95%.
El bosque tropical más grande del mundo, la Amazonía, es un punto crítico en estas estimaciones, por lo cual WWF lanzó un fuerte llamado para agilizar las acciones de conservación de manera urgente en el marco de la COP16 de Biodiversidad, que se realiza en Cali, Colombia.
Durante una rueda de prensa, Roberto Troya, Vicepresidente de WWF para América Latina y el Caribe, enfatizó la necesidad de detener en forma inmediata la desforestación y la minería ilegal y lograr una conservación eficiente, equitativa y basada en derechos humanos del 80% del bioma. “Esto no será posible si no entendemos el rol de los pueblos indígenas las comunidades locales, las mujeres y los jóvenes, quienes deben estar en el centro de los planes, nutridos por una fuerte base científica.
No podemos esperar más, en la Amazonía viven unos 47 millones de personas, pero de ella dependen muchísimos más seres humanos. Si perdemos la Amazonía también perderemos la posibilidad de alcanzar diferentes objetivos de protección de la naturaleza y clima, como la meta de no superar los 1.5°C de aumento de temperatura”, agregó.
Fran Price, líder global de la práctica de Bosques de WWF, destacó los beneficios que una naturaleza saludable tiene para la humanidad, como aire, agua fresca, comida, medicina y diversos medios de vida para las comunidades. Esto, en contraste con las graves consecuencias que ya se están sintiendo a nivel global y también en Amazonía debido a la pérdida de bosques y el cambio climático. “Los líderes mundiales siguen quedándose atrás en sus promesas”, enfatizó Price, destacando la necesidad de cerrar las brechas de financiamiento y elevar la ambición a nivel nacional con las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (NBSAPs), un tema esencial en esta COP16.
“Estamos llegando a un punto de no retorno en la Amazonía, el Panel Científico para la Amazonía hace un llamado a la urgencia, porque si seguimos la tendencia de deforestación, si ésta sólo aumenta un 10%, perderemos la capacidad de resiliencia”, comentó Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia. En esto confluyen factores climáticos que aceleran la pérdida de biodiversidad, por lo tanto, las negociaciones de esta COP16, junto con acelerar el paso en los planes y acciones, deben lograr la integración entre las agendas de clima y diversidad biológica.
Otro elemento importante mencionado por Valenzuela es que la conservación del 80% de la Amazonía no se logrará si los NBSAPs de los siete países amazónicos, e incluso los de otras regiones, son entregados en forma individual, sin una integración que permita articular los esfuerzos de forma efectiva.
Amazonia y sus Pueblos indígenas
La mirada de los pueblos indígenas en este tema es clara. Como lo indicó Elaine Shajian Shawit, lideresa del pueblo awajún y presidenta de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo (CORPI SL), Perú, “para hablar de conservación de la biodiversidad tenemos que hablar primero de los derechos de los pueblos indígenas”.
Según indicó la representante, existe un alto porcentaje de territorios de pueblos originarios que no están titulados legalmente, lo cual reviste un gran desafío cuando esos mismos territorios son objeto de presión para la ejecución de proyectos productivos, carreteras y minería ilegal. En su afán de defender la naturaleza y su propio hogar de estas amenazas, muchas veces indígenas son agredidos o incluso pierden la vida, explicó.
Ante estas situaciones, Elaine Shajian Shawit llamó a efectivizar el seguimiento de los acuerdos que los tomadores de decisión establecen en instancias como las COP, además de apoyar los esfuerzos de conservación y desarrollo indígena en los territorios, así como las iniciativas de monitoreo de comunitario que permitan entregar datos sobre la salud de los ecosistemas.
En la misma línea, Carlos Nobre, copresidente del Panel Científico para la Amazonía (SPA), dijo que uno de los llamados del panel es a reconocer los conocimientos de los pueblos indígenas y avanzar hacia una nueva sociobioeconomía. A ello se suma la necesidad de detener la deforestación y avanzar en restauración de bosques, y tener en cuenta los riesgos sanitarios que provoca la degradación de los bosques tropicales, que puede generar dos pandemias por década.
“Gran parte de la Amazonía está muy cerca del punto de no retorno”, aseguró el científico brasileño, indicando que la estación de sequía se ha extendido de cuatro a cinco semanas durante los últimos cuarenta años, entre otros indicadores.
Salvar a la Amazonía es crucial para la salud del planeta. En la COP16 de deben tomar decisiones que aseguran que las futuras acciones evitarán que se llegue a un punto de no retorno en la degradación de estos y otros ecosistemas críticos. Porque si sucediera esto, poco quedaría para salvar