Alegaciones contra una macrogranja de 750.000 gallinas en Mallorca: la empresa Avícola Son Perot SA pretende construir una macrogranja para 750.000 gallinas ponedoras en Sineu (Mallorca). La instalación agravaría la situación de Sineu que lleva más de una década sin poder consumir su agua, debido a la contaminación por nitratos.
La contaminación ambiental por nitratos tiene consecuencias para la población, que ven alterada su vida por cortes en el suministro de agua potable y además tienen consecuencias adversas para la salud.
La UE condenó el pasado marzo a España por el incumplimiento de la Directiva de Nitratos y las Baleares están referidas en la sentencia por no haber declarado zonas vulnerables a nitratos en áreas afectadas.
Greenpeace ha enviado, dentro del plazo establecido por la Consejería de Vivienda, Territorio y Movilidad de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares para el proceso de información pública, sendas alegaciones al proyecto de macrogranja de gallinas ponedoras y recría Son Vanrell, promovida por Avícola Son Perot, en el término municipal de Sineu (Malllorca).
Este proyecto, de dimensiones faraónicas, tiene como objetivo poner en marcha una macrogranja para unas 750.000 gallinas ponedoras, que producirían unos 156 millones de huevos al año. Según el proyecto, las gallinas estarían distribuidas en 10 naves industriales. Se construirian, además, otras instalaciones de apoyo así como los estercoleros y fosas para almacenar las ingentes cantidades de estiércol que se generarían por semejante número de animales.
750.000 gallinas ponedoras y 156 millones de huevos al año
Se harían también obras para poder garantizar el tráfico continuo de camiones necesario para el funcionamiento de esta explotación industrial que, en ningún momento, está contemplada en el proyecto como un impacto para la población.
Según el proyecto, y con cálculos realizados por la organización ecologista, el consumo directo de agua de la macrogranja, sin contar el agua necesaria para producir el alimento de las gallinas, sería de más de 61.000 m3/año, una tercera parte del consumo estimado para el municipio de Sineu.
El proyecto carece de cálculos específicos para mostrar los colosales impactos que tendría sobre el medio ambiente. Si comparamos con otras explotaciones avícolas industriales en funcionamiento, solo en lo que respecta a las emisiones de amoníaco, un gas tóxico con nefastos efectos sobre el medio ambiente y la salud de las personas, esta explotación industrial se convertíria en la macrogranja de aves de corral más contaminante del país.
España llevaba años incumpliendo el techo de emisiones de amoniaco atribuído por la Comisión Europea y solo pasó a cumplirlo después de una negociación que llevó al incremento del umbral en un 30%, medida en vigor desde 2023.
Es de destacar también el impacto negativo que este proyecto tendría sobre las masas de agua en lo que concierne a la contaminación por nitratos, un problema muy grave en toda España y especialmente en las Islas Baleares.
El municipio de Sineu, el más cercano a la explotación, lleva ya más de una década sin poder consumir su agua debido a la contaminación por nitratos y este proyecto vendría a agravar la situación e hipotecar cualquier posibilidad de recuperación del acuífero.
Cabe recordar que el Tribunal de Justicia de la UE condenó el pasado marzo a España por el incumplimiento de la Directiva de Nitratos y que las Islas Baleares están referidas en la sentencia por no haber declarado zonas vulnerables a nitratos en áreas afectadas por esta contaminación.
“En una situación de emergencia climática, de crisis del agua y de una creciente preocupación por el bienestar animal, es inconcebible que se sigan presentando proyectos de macrogranjas como éste”, ha declarado Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería de la organización ecologista. “Este proyecto es una auténtica barbaridad y desde la organización ecologista piden que el Gobierno de las Islas Baleares lo rechace por completo”.