Acción ecologista para reclamar a la CE políticas a favor de la naturaleza y el clima: Greenpeace pide a Teresa Ribera y al resto de futuros comisarios que avancen en una transición verde en Europa socialmente justa y que proteja a las futuras generaciones. Las empresas que destruyen el planeta no deben beneficiarse del dinero de los contribuyentes, por lo que es necesario avanzar en el principio de “quien contamina, paga”. La ONG pide un liderazgo internacional en las Cumbres de la ONU de Biodiversidad y de Clima para proteger y restaurar la naturaleza y para una descarbonización rápida, limpia y justa.
Activistas de la ONG han instalado una escultura de un árbol de nueve metros de altura en el exterior del Parlamento Europeo en Bruselas para pedir a sus miembros que sitúen la protección de la naturaleza en el centro de los planes de la UE.
En las próximas semanas, los miembros del Parlamento Europeo interrogarán a los candidatos para los puestos de nuevos comisarios europeos encargados de diferentes políticas comunitarias durante los próximos cinco años. La española Teresa Ribera es la candidata nominada por la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, para la vicepresidencia de Transición Limpia, Justa y Competitiva. Con un rol tan crucial para el futuro de la Unión Europea, la ONG le pide que impulse una transición verde justa en favor de las mayorías sociales y una economía que funcione dentro de los límites del planeta.
El árbol incluye mensajes de esperanza sobre la naturaleza enviados por miles de personas de toda Europa. Además, la organización ha desplegado una pancarta en la que se lee: «Detener la destrucción de la naturaleza: salvar vidas», un mensaje que debe estar muy presente en el marco de las próximas negociaciones de la COP16 de Biodiversidad, que comienza el próximo 21 de octubre en Cali (Colombia).
La ONG recuerda a la futura vicepresidenta Ribera que para aumentar la competitividad de Europa es imprescindible avanzar en la agenda verde de una manera socialmente justa, protegiendo y restaurando la naturaleza, obligando a que las grandes empresas paguen por su contaminación y sin derrochar recursos de los contribuyentes en subsidios dañinos que terminan en sus cuentas de resultados.
Durante el mandato de Teresa Ribera en el Gobierno de España se han producido notables avances en materia ambiental. Esperamos que ahora, desde Europa, articule con ambición y urgencia estos cambios durante los próximos años en línea siempre con la ciencia, porque todavía hay mucho camino por recorrer. Es imprescindible que defienda una transición limpia, justa y competitiva para la verdadera seguridad de las personas, priorizando el bienestar de las futuras generaciones frente a los beneficios económicos de unos pocos.
La nueva Comisión Europea ha dado más competencias a la Transición Ecológica y eleva la responsabilidad en el cargo de una vicepresidencia, al igual que sucedió en España. Esta priorización en el organigrama y las mayores competencias han permitido avances sustantivos en la transición energética, en la lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
La ciudadanía de Europa exige que la UE proteja la naturaleza y garantice un clima seguro para las generaciones futuras. El Parlamento Europeo debe asegurarse de que los futuros comisarios europeos hagan de la salud un tema central en sus planes para los próximos cinco años y den forma a las leyes y la economía comunitarias para garantizarlo.
Restaurar la vitalidad de la naturaleza en Europa es crucial para tener aire y agua limpios y unos suelos sanos para una agricultura sostenible así como para la resiliencia frente a las condiciones meteorológicas extremas. Quienes ostentan cargos de poder en la UE deben tratar los desafíos medioambientales interconectados a los que nos enfrentamos con la seriedad que merecen y detener a quienes se benefician de la destrucción de la naturaleza, incluidos cientos de millones de dinero europeo que fluyen hacia la destrucción de la naturaleza más allá de las fronteras de la UE.