Bioeconomía es la producción, utilización y conservación de recursos biológicos, incluyendo los conocimientos, la ciencia, la tecnología y la innovación relacionados, para proporcionar información, productos, procesos y servicios en todos los sectores económicos, con el propósito de avanzar hacia una economía sostenible”.
Muchos países en todo el mundo, entre ellos, España, ha comenzado a apostar por la bioeconomía como nueva visión del desarrollo y como un camino posible para alcanzar muchos de los Objetivos de Desarrollo Sustentable, formulados por la Organización de las Naciones Unidas en su agenda 2030.
La ministra Sara Aagesen del MITECO cree que es posible conciliar la bioeconomía con la defensa de la biodiversidad y que resulta fundamental que las personas no los perciban como conceptos aislados y no compatibles.
Bioeconomía no es incompatible con la protección de la biodiversidad
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha llamado a aunar biodiversidad y bioeconomía para evitar entre la población una sensación de «agravio».
«Hablar de biodiversidad es importante, pero hablar de biodiversidad y a la vez de bioeconomía, también. No se pueden buscar soluciones en las cuales la población sienta que está teniendo un agravio», ha afirmado durante la sesión inaugural de los Diálogos Mutis de biodiversidad América Latina y el Caribe-España, en el Real Jardín Botánico de Madrid
Aagesen ha dicho que no se puede «aislar» la variable ambiental del resto de variables, como la de la bioeconomía si se quieren ver «los cobeneficios de las actuaciones».
La ministra ha apostado por «abordar la biodiversidad como parámetro fundamental para preservar el bienestar de las personas» y ha subrayado el papel del diálogo «para enfrentar desafíos globales que requieren respuesta global. Parece mentira que lo tengamos que decir cada vez más alto y más claro», ha indicado.
Aagesen ha recordado que 2024 fue el año más cálido desde que existen registros, así como que los últimos diez años son los que presentaron temperaturas más altas de forma consecutiva. «Son señales que nos llaman a actuar de forma conjunta (…). Es un momento para llamar a la acción, a la colaboración, al multilateralismo», ha indicado.
La ministra ha recordado que España «ya ha alcanzado el 36,8 % de superficie terrestre protegida» y ha superado el objetivo del 30 % marcado por el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, así como que el objetivo es llegar este año al 25 % de superficie marina protegida, frente al 20 % actual.
Datos reales
También se ha referido a la próxima Conferencia Mundial de los Océanos en Niza y ha expresado su deseo de que en este «encuentro fundamental» sean muchos los países que se adhieran al Tratado Global de los Océanos, como ya hizo España. Se necesitan 60 firmantes para que entre en vigor.
«No hablamos de grandes eslóganes, sino de datos reales que nos impactan cada día», ha señalado Aagesen, que ha aludido a dos iniciativas de su departamento: el inventario español de patrimonio natural y biodiversidad, «para identificar los cambios críticos», y el Sistema Integrado de Información de la Biodiversidad (SIIB), que aportará «digitalización y modernización a la gestión de toda la información disponible».
«En España había muchísimos repositorios por distintas partes del país, en las distintas comunidades autónomas y en instituciones académicas y administraciones. Hemos hecho es un sistema que unifica, que estandariza y que une toda esa información. Es muy novedoso. Lo hemos lanzado hace tan solo una semana y media y vamos a seguir trabajando para mejorarlo con la colaboración de todos los agentes», ha afirmado.
También ha puesto como ejemplo de cambios que «ya se ven» la evolución de dos humedales «muy emblemáticos que estaban muy dañados, Doñana y el Mar Menor«, y ha atribuido la mejora a ese «enfoque integral, en un marco de actuaciones ambiental y socioeconómico». EFE / ECOticias.com