Por el cambio climático 1 de cada 3 ríos europeos sufrieron inundaciones en 2024

Por el cambio climático 1 de cada 3 ríos europeos sufrieron inundaciones en 2024

 

Las peores inundaciones de Europa 2024 fueron causadas por las fuertes lluvias récord generadas por la tormenta Boris, una depresión extremadamente húmeda. Las inundaciones comenzaron en Austria y la República Checa, luego se extendieron a Polonia, Rumania y Eslovaquia, y después a Alemania, Hungría e Italia.

Para finales de octubre llegaba una nefasta DANA a España que arrasaba con varios pueblos de Valencia y dejaba daños graves en otros tantos en Aragón, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña. La tormenta, definida meteorológicamente como sistema convectivo de mesoescala, provocó lluvias torrenciales que acumularon más de 700 l/m² en algunos observatorios.

Prácticamente, todos los ríos de Europa se vieron afectados por las intensas lluvias, pero según los expertos, 1 tercio de los mismos padecieron severas inundaciones, riadas y desbordamientos, con los considerables daños que ello provoca.

Inundaciones por doquier

Europa experimentó el año pasado las inundaciones más extensas desde 2013, con casi un tercio de su red fluvial por encima del umbral de inundación, según el informe conjunto del Servicio de Cambio Climático de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial sobre 2024, que acaba de ver la luz.

El documento estima que 413.000 personas se vieron afectadas por inundaciones en el continente, con al menos 335 muertos, en eventos catastróficos como la tormenta Boris de septiembre en Europa central, o la dana ocurrida a finales de octubre en Valencia, que fue la que más víctimas mortales se cobró, con casi el 70% del total (232 fallecidos).

El Informe del Estado del Clima en Europa 2024 pone de manifiesto un año más que este continente es el que está sufriendo un calentamiento más rápido, lo que le hace especialmente sensible a los efectos del cambio climático. El año pasado volvió a ser el más cálido registrado en Europa, con temperaturas récord en las regiones central, oriental y sudoriental. Las tormentas fueron frecuentemente severas y las inundaciones generalizadas. 

Además, se observó un marcado contraste climático entre el este y el oeste: extremadamente seco y cálido en el este, y cálido pero húmedo en el oeste. En este sentido, Europa occidental tuvo uno de los diez años más húmedos desde 1950.

«Este informe destaca que Europa es el continente que más rápido se calienta y que está experimentando impactos graves debido al clima extremo y al cambio climático«, valora Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial, quien subraya que «cada fracción adicional de aumento de temperatura importa porque incrementa los riesgos para nuestras vidas, las economías y el planeta», por lo que advierte que «la adaptación es imprescindible».

El documento, que cuenta con la contribución de alrededor de 100 científicos, aporta una serie de datos preocupantes, como que la temperatura superficial del mar fue la más alta registrada, con 0,7 °C por encima del promedio en la región europea y 1,2 °C por encima en el Mediterráneo.

Este indicador es especialmente peligroso, ya que la temperatura superficial de mares y océanos actúa como el combustible que alimenta los sistemas atmosféricos, por lo que cuanto más caliente esté el agua, más vapor y energía se liberan a la atmósfera, aumentando la potencia de tormentas y fenómenos extremos.

«En el año 2024 las temperaturas en el continente europeo han experimentado un aumento significativo, lo que ha incrementado el riesgo de olas de calor, noches tropicales e incendios forestales», apunta en declaraciones a SMC España Anna Cabré, científica del clima asociada a la Universidad de Pensilvania.

«En cuanto a las precipitaciones, el año 2024 se ha caracterizado por inundaciones de una magnitud no vista en la última década, especialmente en la región occidental. En particular, intensas precipitaciones provocaron inundaciones repentinas y graves en la provincia de Valencia en octubre», agrega.

Durante la dana que afectó a Valencia y otras provincias aledañas, según explica Samantha Burgess, del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), se batieron los récords nacionales de precipitaciones totales en una, seis y 12 horas, mientras que el total máximo medido en 24 horas alcanzó 771,8 milímetros, el segundo más alto medido en España.

Según esta especialista, la intensidad de las precipitaciones está relacionada probablemente con el cambio climático, ya que la mayor temperatura de la atmósfera y de la superficie del mar fomenta la acumulación de vapor de agua en las nubes.

Ver también:  ¿Cómo se puede medir el enorme impacto ambiental que genera la quema de leña?

Olas de calor muy largas

En lo relativo a calor extremo, en el sudeste europeo se vivió durante el pasado verano la ola de calor más larga registrada hasta la fecha: 13 días consecutivos, con el 55% de la región afectada. Además, se rompieron récords de días con «estrés térmico fuerte» (66) —el estrés térmico mide cómo responde el cuerpo humano al impacto de las altas temperaturas— y «noches tropicales» (23) —aquellas en las que la temperatura mínima no bajó de los 20° C—.

En el extremo opuesto, aunque estrechamente relacionado, solo el 31% del territorio europeo tuvo al menos 90 días de heladas, el porcentaje más bajo registrado hasta la fecha (el promedio es 50%).

El continente experimentó en 2024 marcados contrastes climáticos, con condiciones climáticas muy distintas entre el este y el oeste: clima seco, soleado y extremadamente cálido en el este; más nublado, húmedo y menos cálido en el oeste. Esta disparidad se reflejó en múltiples variables, como la temperatura, las precipitaciones o la humedad del suelo. En los ríos, los caudales fueron superiores al promedio en el oeste, y por debajo del promedio en el este.

En cuanto a los glaciares, todas las regiones europeas sufrieron pérdida de hielo, con especial protagonismo de Escandinavia y Svalbard, que registraron las mayores tasas de pérdida de masa de su historia: 1,8 metros de espesor promedio perdido en Escandinavia y 2,7 metros en Svalbard, que ha sido una de las zonas que más rápido se calienta en todo el planeta.

Fue el tercer año más cálido para el Ártico y el cuarto para las tierras árticas. Y sobre incendios forestales, Portugal se llevó la peor parte, con aproximadamente el 25% de la superficie quemada del continente en 2024 (unas 110.000 hectáreas en solo una semana y 42.000 personas afectadas).

Para Víctor Resco de Dios, profesor de Ingeniería forestal y Cambio global de la Universidad de Lleida, este informe “es otro recordatorio de la gravedad y velocidad con la que está avanzando el cambio climático por el Viejo Continente«, y apunta a SMC España que «en el contexto geopolítico actual, aspirar a una disminución de las concentraciones de Co2 parece una quimera y la adaptación es ahora nuestra principal arma para amortiguar el golpe climático».

No obstante, este especialista critica que el documento «incurre y propaga algunos de los principales malentendidos en relación con el cambio climático. Y es que ni las inundaciones ni los incendios son el resultado directo del cambio climático, ya que el cambio climático afecta únicamente al clima y aumenta la probabilidad de eventos climáticos extremos. Sin embargo, fenómenos como las catastróficas inundaciones de Valencia o los megaincendios de Portugal dependen de la interacción entre el clima y la ordenación del territorio».

Lo bueno es que casi la mitad de la energía de Europa es renovable

Pero no todos los datos que refleja el informe son negativos. Por ejemplo, se lograron grandes avances en energía renovable. La generación de electricidad con estas fuentes en Europa alcanzó en 2024 un récord del 45%, superando el 43% de 2023. Desde 2019, el número de países de la Unión Europea donde las renovables superan a los combustibles fósiles casi se ha duplicado: de 12 se ha pasado a 20.

También es reseñable que el 51% de las ciudades europeas han adoptado ya planes de adaptación climática, un progreso notable frente a 2018, cuando apenas se registró un 26%. El informe destaca que continuar con estos esfuerzos desbloqueará un mayor potencial para adaptarse eficazmente a los desafíos climáticos, ya que los fenómenos meteorológicos extremos suponen riesgos crecientes para infraestructuras y servicios urbanos en toda el continente.

«El informe de 2024 revela que casi un tercio de la red fluvial superó el umbral alto de inundación, y que el estrés térmico continúa aumentando en Europa, lo que subraya la importancia de reforzar la resiliencia. Con un 51% de las ciudades europeas contando ahora con un plan de adaptación climática, esto demuestra el valor de nuestra información, basada en la excelencia científica, para apoyar la toma de decisiones sobre adaptación climática”, considera Florence Rabier, directora general del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF).

Referncia de contenido aquí