Jaume Terradas Serra, nacido en Barcelona, 1943. Es catedrático honorario de Ecología de la Universidad Autónoma de Barcelona, después de haber sido catedrático emérito.
Organizó el primer equipo de investigación sobre ecosistemas terrestres en Cataluña. Y promovió la educación ambiental, con más de 200 artículos publicados sobre educación ambiental, tanto divulgativos como de opinión. Impulsó y dirigió el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) a lo largo de 10 años.
Su investigación se centra en ecofisiología vegetal, ecología forestal, incendios forestales, efectos de cambio climático y ecología molecular.
Entre los cargos más representativos, fue el primer presidente de la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET), vicepresidente de la Institución Catalana de Historia Natural (ICHN), director de los departamentos de Ecología y del Departamento de Biología Animal , de Biología Vegetal y de Ecología (BABVE) de la Universidad Autónoma de Barcelona, además de ser miembro activo de comités, juntas y patronatos relacionados con la investigación, conservación, educación y gestión ambientales.
Ha dirigido durante 17 años el Aula de Ecología, Ayuntamiento de Barcelona. Es socio honorario de la AEET, la ICHN y del Colegio de Ambientólogos de Cataluña. Miembro del Institut d’Estudis Catalans y de consejos editoriales y comisiones nacionales e internacionales para evaluar la investigación.
Ex presidente de la Fundación Tierra, miembro del Equipo de Apoyo a la Dirección del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). Ha dirigido 17 tesis doctorales.
La lucha contra el ‘cambio climático’ es una cuestión de pura ‘supervivencia’
Jaume Terradas Serra considera que en la lucha contra el cambio climático «nos quedamos cortos» por lo que respecta a medidas que se adoptan, cuando «debería ser una prioridad, porque es una cuestión de supervivencia».
Terradas, que acaba de presentar su libro ‘El carro de fenc‘ (El carro de heno) -Editorial Arcadia-, explica que la creciente concentración de CO2 aumenta la temperatura, y que la reducción del hielo ártico en verano reduce el albedo terrestre y aumenta la captación de la radiación solar.
Este fenómeno eleva la temperatura en todo el planeta y además «se produce la fusión del permagel en las latitudes más altas, lo que puede liberar enormes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2, que puede provocar que el planeta sea inhabitable«.
Con el ‘cambio climático’ nos quedamos más que cortos
Aboga, en este sentido, por implementar una política ambiental inspirada en el funcionamiento de la naturaleza, pero advierte que «existen fuerzas muy poderosas empujando a favor de intereses que no son los de la mayoría«.
Según Jaume Terradas Serra, «en España la educación ambiental ha avanzado, pero no ha cambiado el rumbo de nuestra sociedad en temas como las emisiones contaminantes«.
Con el cambio climático nos quedamos cortos. Por lo que respecta a medidas que se adoptan, advierte, cuando «debería ser una prioridad porque es una cuestión de supervivencia, como mínimo de la civilización que conocemos».
Un Mediterráneo más ‘tropical’, el caso de Cataluña
Se muestra muy crítico con respecto a cómo se actúa en Cataluña: «No estamos reaccionando como se debería para intentar parar el golpe que viene, porque el cambio climático no es igual en todas partes, y aunque intentamos que la temperatura no aumente más de dos grados, esto está perdido y muy probablemente estaremos cerca de tres«.
Alerta de que en Cataluña y otras zonas del litoral «el cambio climático tendrá más impacto, ya que el Mediterráneo se está ‘tropicalizando’ con temperaturas cada vez más elevadas«.
Lamentablemente el ‘cambio climático’ no es una prioridad en Cataluña
«En Cataluña, el cambio climático no es una prioridad -ha lamentado-, y esto lo vemos, por ejemplo, cuando un grupo de científicos pedimos una reunión con el presidente de la Generalitat, y hemos tenido que esperar ocho meses hasta que nos hayan convocado el día 14 de abril«.
Confiesa, en este sentido, que esperaban una respuesta más rápida, después de que este grupo de científicos constituyeron la plataforma «Renovem-nos» (Renovémonos), y cree que «el Govern debería crear un organismo asesor, como en otros países«, porque «tenemos un alto nivel científico, pero raramente nos piden ayuda«.
La resistencia contra las ‘energías renovables’ en Cataluña es ‘reaccionaria’ e ‘hipócrita’
Terradas no cree que el retraso que sufre Cataluña en energías renovables se deba a las grandes corporaciones, sino a las trabas para instalarlas y también «por factores como el ‘nimbysmo‘, es decir, por la actitud egoísta de los que no quieren renovables cerca de sus casas«.
«Hay algunos que no rechazan las energías renovables, aunque las quieren lejos de ellos -lamenta-, pero no creo que poner molinos de viento en ciertos lugares sea algo tan terrible«.
En su opinión, la resistencia de ciertas entidades a las plantas eólicas «es reaccionaria», y recrimina que «no se las viese protestar cuando se construían urbanizaciones a orillas del mar, en primera línea, y esto sí que perjudica el ecosistema y afea el paisaje«.
«No puede ser -afirma con indignación- que las comarcas de Girona sólo produzcan el 1 % de la energía que consumen. Esto es inmoral, y comporta que tengamos que llevar la energía de otros lugares con unos costes muy elevados, y que seamos dependientes«.
Actuaciones a realizar según Jaume Terradas Serra
Considera este biólogo que hay que reconvertir el urbanismo para que las ciudades tengan edificios más altos, y hacer cambios en la agricultura, para apostar por los cultivos con poco consumo de agua, y en la ganadería para que sea sostenible.
Defiende la necesidad de invertir más en energías renovables e investigar para que sean más eficientes, y ve «muy alarmante» que «la UE quiera priorizar las inversiones en armamento en lugar de destinarlas a combatir el cambio climático«. EFE / ECOticias.com