El objetivo de la Unión Europea para el año 2050 es conseguir la neutralidad climática y para lograrlo es necesario aumentar el almacenamiento energético existente en la actualidad.
Es por ello que para llevar a cabo La Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP) se calcula que va a ser necesario aumentar en más de tres veces la capacidad de almacenamiento actual.
Se debe tener en cuenta que, en un contexto de transición energética, el almacenamiento es uno de los retos más relevantes para conseguir la plena descarbonización del sistema energético y una efectiva integración de las tecnologías renovables.
El sistema energético actual centralizado y basado en centrales gestionables, será reemplazado por un sistema descentralizado y flexible que permitirá integrar adecuadamente la provisión de energía a través de energías renovables.
La necesidad de promover una mayor capacidad de almacenamiento se encuentra relacionada con el aumento de la intermitencia de la generación solar y eólica, y a su vez, con el incremento de los picos de demanda.
Cuando la cuota de generación renovable es inferior al 15-20% del consumo total de electricidad, el operador de la red (Red Eléctrica de España) es capaz de compensarla.
Pero si esta cuota supera el 20-25% la generación renovable intermitente tiene que reducirse durante los periodos de bajo consumo para evitar las perturbaciones de la red, a no ser que este exceso pueda almacenarse.
Es por este motivo que, para proveer las necesidades de flexibilidad del sistema energético, va a ser necesario disponer de soluciones de almacenamiento energético, con distintas tecnologías y prestaciones, además de diversas ubicaciones en el sistema energético.
El almacenamiento de energía aporta más flexibilidad y equilibrio a la red, proporcionando soporte a la generación renovable intermitente. A nivel local, mejora la gestión de las redes de distribución, reduciendo coste y mejorando la eficiencia.
De esta forma, acelera la introducción de las energías renovables en el mercado y la descarbonización de la red eléctrica, garantizando una mayor seguridad de suministro.
700 millones de euros en ayudas
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha lanzado hoy a información pública la Orden por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de ayudas a proyectos innovadores de almacenamiento energético, que estarán cofinanciadas con fondos europeos del Programa Plurirregional FEDER 2021-2027. La iniciativa incluye el texto de la propia convocatoria de ayudas. Ambas pueden consultarse aquí.
Con este programa se dará un impulso decisivo al despliegue del almacenamiento de energía eléctrica a gran escala, gracias a la creación de nuevas instalaciones que proporcionarán mayor flexibilidad al sector. Se favorecerá además el proceso de descarbonización del sistema español de la mano de la expansión de tecnologías fundamentales para la integración de las energías renovables.
La convocatoria de ayudas, dotada con 700 millones de euros, estará gestionada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entidad adscrita al MITECO.
Será posible la cofinanciación de las siguientes inversiones:
a) Proyectos de almacenamiento de energía independientes, conectados a las redes de transporte y distribución de energía eléctrica. Podrá incluir, entre otros: bombeo reversible (nuevos y sobre infraestructuras existentes), stand-alone, almacenamiento térmico, etc…
b) Proyectos de almacenamiento hibridado con instalaciones de generación de energía eléctrica con fuentes renovables, existentes o nuevas.
Serán costes subvencionables la ejecución de la obra civil e instalaciones de almacenamiento, los equipos y sistemas auxiliares y otros gastos asociados como transporte, montaje, dirección de obra, coordinación de seguridad y salud.
El programa estará cofinanciado por los fondos FEDER 2021-2027, cuyo objetivo es fortalecer la cohesión socioeconómica dentro de la Unión Europea reduciendo las disparidades entre los niveles de desarrollo de las distintas regiones.
Esos desequilibrios se corrigen mediante la financiación de inversiones estructurales en los territorios menos favorecidos, promoviendo un desarrollo sostenible y afrontando los retos medioambientales.
Es por esta razón por la que las ayudas para proyectos innovadores de almacenamiento energético tendrán un presupuesto asignado por comunidades autónomas, con mayor asignación a aquellas consideradas como menos desarrolladas o en transición, todo ello en función de los fondos que la Autoridad de Gestión del FEDER ha consignado al IDAE. La distribución establecida en la convocatoria de ayudas es la siguiente: