Europa no tenía megaciudades futuristas… hasta ahora. Alemania levanta una flotante que inevitablemente nos recuerda a la megaciudad de Arabia Saudí (con una fusión imposible que han inventado en el desierto). La desoladora huella ambiental que dejan los combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, deja claro que al futuro de la humanidad viene de la mano de las renovables.
En los últimos años, los proyectos sostenibles han crecido a nivel internacional, alineados con los objetivos ambientales globales. Las fuentes naturales, como la solar, eólica, mareomotriz y geotérmica, entre otras, albergan potencial suficiente para producir mucha más energía de la que el mundo necesita.
El hecho de que exista el potencial no quiere decir que ya lo estemos explotando. La humanidad tiene por delante el reto de instalar la capacidad suficiente para captar la energía de la luz solar o el viento y transformarla en un formato utilizable y el de transportar la energía donde realmente es necesaria.
Europa descubre su primera megaciudad en Alemania
En este contexto, una investigación publicada en Science Direct ha desarrollado una simulación para comprobar cuán efectiva es la instalación de fotovoltaicas en el camarote de cruceros. Es decir, se llevaron paneles solares a un crucero para crear electricidad. La meta de la iniciativa es abastecer los servicios públicos y, al mismo tiempo, reducir su impacto ambiental.
El Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y Siemens Energy Global plantearon esta propuesta y tomaron datos de cruceros que navegaban por el Caribe y por las costas noruegas y danesas. Dichas rutas fueron escogidas minuciosamente. Las diferencias de radiación solar entre áreas tropicales y el norte de Europa brindaron un escenario ideal para analizar el rendimiento de los sistemas fotovoltaico en condiciones climáticas diversas.
El estudio ha proyectado un método que incorpora paneles solares de 250 W y 22% de eficiencia en los balcones de las cabinas. Sumado a esto, se asegura que cada camarote atesoraría dos paneles. Uno estaría ubicado en la barrera de vidrio del balcón en un ángulo de 90º y otro en el ángulo 30º, entre las cubiertas del barco.
Los especialistas aclararon que, si se extrapola a un crucero de la clase Helios con 1.655 camarotes con balón, en cuestiones de escalabilidad la capacidad fotovoltaica máxima se ubicaría en 827,5 kW, representando esto un paso considerable hacia una energía más limpia en alta mar.
Paneles solares en los cruceros: la nueva megaciudad de Europa está en el mar de Alemania
En la actualidad, los cruceros están tomando redes de corriente continua (CC) para hacer más fácil la incorporación de fuentes renovables. Para cada instancia, los investigadores analizaron tres perspectivas diferentes de integración de paneles solares.
El primer caso fue una red de 48 voltios que abastece directamente los camarotes, pero su elevado coste y mantenimiento la convirtió en la menos funcional. La segunda posibilidad fue una red de 350 voltios, que tomó el rol de red de distribución secundaria, equilibrando seguridad, eficiencia y simplicidad operativa.
Por último, estudiaron una red de 700 voltios, que iba conectada a la sala de máquina al ser una red primaria, con mayores pérdidas energéticas. Tras evaluar estas alternativas, los especialistas concluyeron que la red de 350 V era la más propicia, porque combina las medidas de seguridad, menor costo y sistema simple de mantenimiento.
Alemania tiene su propia megaciudad, la primera de Europa
La adopción de paneles solares en los cruceros optimiza el uso de la energía y supone un paso significativo en el proceso de descarbonización del transporte marítimo. Si este enfoque se masificara podría transformar para siempre la manera en la que entendemos el turismo marítimo, asegurando un futuro más ecológico para el sector.
Europa no tenía megaciudades futuristas… hasta ahora: Alemania levanta una flotante y el mundo no deja de hablar de ella. Algunos dicen que impacta incluso más que esta “megaciudad del hidrógeno”.