BlackRock, el administrador de activos más grande del mundo, está nuevamente bajo fuego por sus estrategias de inversión ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Esta vez, el Secretario de Estado de Mississippi, Michael Watson, emitió una orden de “cese y desista”, acusando a la empresa de hacer “declaraciones falsas y engañosas” a los inversores del estado.
El documento de 33 páginas alega que BlackRock engaña a los inversores sobre su compromiso con la inversión consciente del clima, particularmente en sus fondos cotizados en bolsa (ETF). Watson sostiene que, si bien BlackRock afirma que estos productos no se gestionan desde una perspectiva ESG, la empresa presiona activamente a las empresas para que se descarbonicen mediante la participación de los accionistas y esfuerzos de lobby. Señala la participación de BlackRock en iniciativas como Net Zero Asset Managers (NZAM) como prueba de esta desconexión.
“Muchos de los actos, prácticas y cursos de negocios de BlackRock operan o operarían como un fraude o engaño para los inversionistas y posibles inversionistas en Mississippi.”, dijo Watson en la orden.
Esta acción legal sigue a una demanda similar presentada por Tennessee en diciembre de 2023, que acusó a BlackRock de engañar a los inversores sobre los beneficios financieros de la inversión ESG. Ambos casos resaltan la actual controversia política en torno a ESG. BlackRock sostiene que su foco está en “maximizar los rendimientos ajustados al riesgo para los fondos en los que nuestros clientes eligen invertir,”e integrar factores ESG es simplemente parte de su análisis de inversión.
BlackRock enfrenta posibles sanciones financieras y, lo que es más importante, una prohibición de hacer negocios en Mississippi si se determina que infringe las normas. La firma tiene 30 días para responder a las acusaciones.
“Operamos en una de las industrias más reguladas del país y estamos comprometidos a cumplir la ley en todos los aspectos.”, dijo BlackRock en un comunicado a Reuters. “Nuestro único objetivo es maximizar los rendimientos ajustados al riesgo de los fondos en los que nuestros clientes eligen invertir.”, Agregó.
Esta no es la primera vez que BlackRock ha sido atacado por estados liderados por republicanos por sus políticas ESG. Texas retiró recientemente 8.5 millones de dólares de la empresa, citando preocupaciones sobre el impacto en los retornos. El director ejecutivo, Larry Fink, reconoció la presión política y se distanció de la etiqueta “ESG”, enfatizando en cambio la importancia de la transición a la energía limpia.
Con más de 10 billones de dólares en activos bajo gestión, BlackRock sigue siendo una fuerza dominante en el mundo financiero. Sin embargo, los continuos desafíos legales y políticos plantean dudas sobre el futuro de la inversión ESG y cómo BlackRock navegará en este panorama cada vez más complejo.
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