El destino de la ambiciosa Ley de Restauración de la Naturaleza (NRL) de la Unión Europea está en peligro después de que varios estados miembros revocaran su apoyo inicial a la legislación. El NRL, piedra angular del Pacto Verde Europeo, aspira a revertir la marea de degradación ambiental restaurando al menos el 20% de las áreas terrestres y marítimas de la UE para el año 2030.
Un viaje polémico
El camino de la NRL hacia la aprobación ha sido arduo desde el principio. Introducido en junio de 2022, enfrentó una feroz oposición del sector agrícola, particularmente en lo que respecta a las disposiciones que exigían la restauración de las turberas y establecían objetivos de restauración vinculantes para las próximas décadas. Después de prolongadas negociaciones, finalmente se acordó una versión debilitada de la ley en noviembre de 2023. Sin embargo, este compromiso resultó insuficiente para obtener el apoyo unánime de los Estados miembros.
El obstáculo y sus causas
En una votación crítica celebrada en marzo de 2024, Hungría, Italia, los Países Bajos, Suecia, Polonia y Finlandia retuvieron su apoyo, lo que puso en serias dudas la aprobación de la ley. Las justificaciones para la oposición variaron. Algunos países, como los Países Bajos, discreparon de los objetivos vinculantes de restauración para 2040 y 2050, argumentando, según un comunicado, que “intensificarían” los desafíos asociados con la implementación. Otros, como Hungría, expresaron preocupación por el posible impacto en el sector agrícola y la seguridad alimentaria. El secretario de Estado de Medio Ambiente de Hungría, Anikó Raisz, defendió su posición en una reunión de ministros de Medio Ambiente de la UE, citando la “sensible situación en el sector agrícola y la seguridad alimentaria”.
Reputación internacional en juego
La Comisión Europea y los grupos ecologistas reaccionaron ante el revés con profunda decepción. El Comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, enfatizó el daño potencial al liderazgo ambiental internacional de la UE, particularmente considerando sus compromisos asumidos en cumbres internacionales como la COP15. Declaró en una reunión de ministros de medio ambiente de la UE: “[Estoy] no sólo preocupado por las consecuencias políticas de la no conclusión de este expediente verde clave de la UE, sino también por la desastrosa señal que esto envía en términos de nuestra credibilidad y nuestras instituciones, especialmente a nivel internacional.Las ONG medioambientales como WWF EU se hicieron eco de estas preocupaciones. En una declaración, condenaron el cambio de sentido de último minuto de Hungría, acusándolos de priorizar las agendas políticas sobre la protección del medio ambiente: “El cambio inesperado y claramente motivado políticamente en la posición de Hungría […] ha vuelto a poner en peligro el NRL, dando luz verde al Presidente de Hungría, Viktor Orbán, para impulsar su propia agenda y mantener como rehén la toma de decisiones de la UE.”
El camino a seguir sigue siendo incierto
A pesar del actual estancamiento, Bélgica, actual titular de la presidencia de la UE, expresó optimismo. Se comprometieron a trabajar para encontrar una solución en las próximas semanas. Sin embargo, las opciones son limitadas. Cualquier cambio significativo a la ley requeriría la aprobación del Parlamento Europeo, que se acerca al final de su sesión antes de las elecciones de junio. Según un diplomático, el proyecto de ley “Tenía muy pocas posibilidades de aprobarse, ya que cualquier cambio sustancial en el texto requeriría volver al Parlamento Europeo para una segunda lectura, lo cual era casi imposible.”
El futuro de la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE sigue envuelto en incertidumbre. Las próximas semanas serán críticas para determinar si el bloque puede superar las divisiones internas y cumplir sus compromisos ambientales.
Información Noticias ESG