COP29: los ‘sumideros naturales’ son vitales en la lucha contra el cambio climático

COP29: los ‘sumideros naturales’ son vitales en la lucha contra el cambio climático

 

SEO/BirdLife ha hecho un llamamiento en el Día de la Biodiversidad de la COP29, para que se le presta la debida atención al rol clave que tiene los ecosistemas naturales a la hora de limitar el calentamiento global a 1,5 °C según el Pacto de la COP15 de París.

En el marco de la Cumbre del Clima COP29 , que se celebra en Bakú hasta el 22 de noviembre, la organización ecologista vuelve a insistir en un aspecto crucial: la conservación y restauración de los sumideros de carbono es clave para afrontar de manera simultánea la crisis climática y la crisis de pérdida de biodiversidad.

En el Día de la Biodiversidad de la COP29, como organización observadora, subraya la necesidad de reconocer las sinergias entre biodiversidad y cambio climático, y de incluir la conservación y restauración de los ecosistemas en los textos de las decisiones finales que se lleguen a aprobar en los próximos días.

En una primera lectura, la ONG lamenta que los borradores de decisiones publicados esta mañana no incorporen en los textos la importancia de conservar y restaurar los ecosistemas y sumideros naturales en las estrategias de mitigación y adaptación frente al cambio climático, ni la necesidad de considerar las sinergias entre biodiversidad y lucha contra el cambio climático en los procesos de esta convención.

Solo el párrafo 15 del borrador sobre el nuevo objetivo colectivo cuantificado (NCQG) de financiación climática “reconoce las sinergias e interdependencias cruciales entre la financiación para el clima, la biodiversidad, la degradación de la tierra y los objetivos de desarrollo sostenible, y resuelve mejorar y fomentar dichas sinergias con miras a obtener beneficios colaterales”.

No hay acción climática sin cuidado de la naturaleza

El artículo 5 del Acuerdo de París destaca la importancia de conservar y mejorar los sumideros y reservorios de gases de efecto invernadero (GEI), como los bosques y otros ecosistemas terrestres y marinos. Asimismo, el Balance Global (GST) acordado en la COP28 reconoció la necesidad de detener y revertir la deforestación y la degradación de los ecosistemas para 2030, en línea con el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Estos compromisos reflejan que la conservación de la naturaleza no es solo una estrategia ambiental, sino también una solución climática esencial.

Ana Márquez, técnica de Energía y Clima de la ONG y presente en Bakú, enfatiza: «Los ecosistemas ricos en carbono, como los bosques, los humedales, las praderas, las turberas o los océanos, son aliados estratégicos en la lucha contra el cambio climático.

Conservarlos y restaurarlos no solo ayuda a reducir emisiones, sino que también refuerza la resiliencia frente a fenómenos climáticos extremos. En la COP29, es fundamental que los países reconozcan este importante papel de los ecosistemas en materia de mitigación y adaptación, y lo materialicen en las decisiones que se acuerden.»

Peticiones para la COP29

La ONG está defendiendo en la COP29, junto a otras organizaciones, una serie de prioridades clave que los países deben considerar durante las negociaciones para garantizar que la acción climática sea efectiva y respetuosa con la biodiversidad, entre las que destacan las siguientes:

1- Fortalecer las sinergias entre las Convenciones de Río (biodiversidad, lucha contra el cambio climático y lucha contra la desertificación), a través de la creación de un grupo técnico de expertos ad hoc en el marco de la CMNUCC, que asesore y refuerce las sinergias, sobre todo, en materia de conservación de los ecosistemas, para afrontar de manera eficiente y coordinada esta triple crisis ambiental y para mejorar la coherencia de las políticas, incluido el establecimiento de un programa de trabajo conjunto de las tres convenciones.

2- Garantizar una financiación climática global y coherente, a través de unos mecanismos financieros post-2025 que incluyan metas específicas para la conservación de los sumideros de carbono y la biodiversidad, con acceso equitativo para los países en desarrollo, y se reconozcan los vínculos e interdependencias cruciales entre la financiación para el clima, biodiversidad, degradación de la tierra y los objetivos de desarrollo sostenible, así como mejorar y fomentar dichas sinergias con miras a obtener beneficios colaterales.

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3- Priorizar la restauración de ecosistemas degradados, a través del reconocimiento por parte de las Partes de la importancia de conservar y restaurar los ecosistemas ricos en carbono para alcanzar la neutralidad climática, priorizando el compromiso de detener y revertir la deforestación y otras formas de degradación de los ecosistemas a 2030, y definiendo indicadores sólidos para medir el progreso en la restauración de sumideros naturales clave, como bosques, turberas, humedales y praderas.

4- Promover el alineamiento con el Marco Global de Biodiversidad, a través de un programa de trabajo de mitigación a la altura de la emergencia climática, en el que se establezcan compromisos nacionales ambiciosos para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París, y se incorporen metas de biodiversidad en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), asegurando que los compromisos climáticos sean sinérgicos con la conservación.

La protección de la naturaleza no es negociable

Los bosques son ecosistemas críticos, no solo por acumular una rica biodiversidad y proporcionar valiosos servicios ecosistémicos, sino porque además son poderosos sumideros de carbono, absorbiendo y almacenando dióxido de carbono. Las estimaciones demuestran que, a nivel global entre 2001 y 2019, los bosques absorbieron el doble de la cantidad de carbono que emitieron, equivalente a 7.600 millones de toneladas métricas de CO2 al año.

Sin embargo, su integridad está en riesgo debido a factores de perturbación antropogénicos, como el cambio de uso de la tierra, la deforestación, la intensificación agrícola y la urbanización. En la actualidad, la deforestación y la degradación de los bosques representan hasta una quinta parte de las emisiones globales de GEI, situación que se está viendo agravada por el incremento de las temperaturas globales.

La lucha contra la deforestación importada es un pilar esencial para conservar los bosques del mundo, fundamentales como sumideros de carbono y aliados clave en la lucha climática y por la biodiversidad. La reciente aprobación del Reglamento Europeo contra la Deforestación Importada marcó un hito extraordinario para garantizar que las cadenas de suministro de productos europeos no contribuyan a la destrucción de bosques en otras regiones del mundo.

Sin embargo, la ONG alerta sobre las enmiendas propuestas por el Partido Popular Europeo en el Parlamento Europeo, que amenazan con modificar y debilitar este reglamento esencial y ya aprobado.

Juan Carlos Atienza, responsable del área de Gobernanza Ambiental y Acuerdos Internacionales de la organización, subraya: «No podemos dar ni un paso atrás. Este reglamento no solo protege los bosques, sino que refuerza la acción climática global. El Consejo y la Comisión Europea deben garantizar que estas modificaciones no prosperen y, en lugar de retroceder, deben redoblar esfuerzos para liderar con el ejemplo.

Desde la Unión Europea debemos trabajar para que otras regiones clave, como Estados Unidos, China y Rusia, adopten normas similares que aseguren la protección de los bosques como sumideros de carbono esenciales para el planeta.»

Además, la ONG ha firmado el COP29, COP29 Nature’s Leaders Statement, liderado por Nature4Climate y respaldado por más de 70 organizaciones. Esta declaración hace un llamamiento urgente a las Partes de la CMNUCC para que reconozcan la naturaleza como una solución climática central y adopten un NCQG ambicioso que cierre la brecha de financiamiento para la naturaleza (ver manifiesto aquí).

Las decisiones que se tomen en esta COP29 deben reconocer el papel central que tiene la naturaleza en la lucha contra el cambio climático, por lo que la conservación y restauración de los ecosistemas deberían tener un rol prioritario en los textos y compromisos finales.

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