La cumbre climática COP29 ha comenzó ayer lunes en Bakú (Azerbaiyán) con una llamada al mundo para elevar la meta de financiación climática para abordar el cambio climático, porque «vamos camino a un dramático desastre» del planeta, ha advertido en la inauguración el presidente de la conferencia mundial, Mukhtar Babayev.
En la apertura de la cumbre, la mayor cita mundial para debatir sobre cambio climático, ha participado además del presidente de la anterior cumbre en Dubái (COP28), el sultán Ahmed Al-Jaber, el secretario ejecutivo de la ONU para el cambio climático, Simon Stiell. La cumbre se celebrará en la capital de Azerbaiyán hasta el 22 de noviembre, con la presencia de líderes de todo el mundo del más alto nivel político, para intentar aumentar la financiación contra la crisis climática, entre los principales retos.
No se trata esta crisis de un problema futuro sino presente, ha asegurado el presidente de la COP29; las evidencias lo demuestran, desde las recientes inundaciones en España, hasta los incendios forestales en Australia o la subida de las aguas de los océanos. Los tres líderes han insistido en la necesidad de la cooperación mundial para hacer un mundo más verde y mitigar el calentamiento global.
Todos ellos han recalcado la necesidad de aumentar la financiación y dotar de mayores herramientas a los países para mejorar la mitigación de emisiones y la adaptación a los embates cada vez más catastróficos del clima. «Es el momento de la verdad; no va a ser fácil, esta cumbre será una oportunidad para el desarrollo; podemos construir el punto pero todos tienen que cruzarlo», ha dicho Mukhtar Babayev, presidente de la COP29.
Aumentar la ambición climática
Ha instado a garantizar que esta conferencia sea «inclusiva y transparente» para dar soluciones a todo el planeta frente a la emergencia climática. Si no se pone freno al problema «nos llevará a un calentamiento de tres grados» del planeta, lo que provocaría una situación «catastrófica» para millones de personas.
La gente pide a gritos «liderazgo» y acción; esta COP29 es «el momento ineludible» para trazar un nuevo camino para todos con un paquete ambicioso y equilibrado que cumpla todos los mandatos. Nuestro plan se basa en «aumentar la ambición y posibilitar la acción», con planes climáticos claros y con la financiación necesaria.
Previamente el presidente de la anterior cumbre climática, la COP 28 de Dubai, el sultán Ahmed Al-Jaber, ha insistido también en el reto de la financiación para que sea más fácil disponer de ella y más accesible para los países. Ha pedido «unidad» de todos en el actual contexto de conflictos políticos en el mundo porque «lo que se necesita es más paz y menos provocación o polarización», ha dicho.
Ha destacado los esfuerzos por la descarbonización logrados en la anterior cumbre Dubái y ha ofrecido todo su apoyo frente a esta crisis mundial con acciones; «somos lo que hacemos, no lo que decimos». «Actuemos con solidaridad por un mundo más verde» entre todos con más paz y sin caer en provocaciones».
Para terminar, el secretario ejecutivo de la ONU para el cambio climático, Simon Stiell, ha instado a acordar una nueva meta de financiación mundial para la lucha contra el cambio climático porque «ningún país es inmune» al calentamiento global. Ha destacado los «pasos históricos» de los últimos años para mitigar el problema y ha apelado a la responsabilidad de todos los países para evitar abandonar Bakú «sin un resultado sustancial«.
«Si al menos dos terceras partes de los países del mundo no reducen rápidamente las emisiones, el conjunto de las naciones pagará un coste brutal» por ello, ha advertido el dirigente de la ONU.
«Si no somos capaces de dotar de resiliencia a las cadenas de suministro, toda la economía mundial se pondrá de rodillas» ante una progresiva subida de las temperaturas. «Dejemos de lado la idea de que la financiación de la lucha contra el cambio climático es caridad», porque «una nueva y ambiciosa meta financiera beneficia a todos los países, incluidos los más grandes y ricos».
«Pero no basta con acordar un objetivo. Debemos trabajar más para reformar el sistema financiero mundial. Dar a los países el espacio fiscal que tan desesperadamente necesitan». Se ha referido a las acciones que es necesario emprender para atajar el problema; en Bakú, debemos poner en marcha los mercados internacionales de carbono, y ultimar el artículo 6 en cumplimiento con el Acuerdo de París para contener las emisiones por debajo de 1,5 grados. «No debemos permitir que el objetivo de 1,5 grados se nos escape de las manos. Aunque las temperaturas suban, nuestros acuerdos deben reducirlas«, ha dicho.