Aparece una legendaria moto que iba a ser eléctrica, pero ha pasado de frenada con un potente combustible que tiene al mundo en vilo. Si el motor más caro de la historia generó impacto, esta nueva tecnología podría suponer el principio de una revolución automovilística. Llega en un momento clave, dado el proceso de descarbonización en el que está sumergido el mundo. Consiste en bajar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Este proceso es vital para combatir el cambio climático y sus efectos adversos en el mundo. Según registra la RAE, descarbonizar es la disminución sistemática y sostenida de las emisiones de CO2 derivadas de actividades humanas, especialmente las vinculadas con la quema de combustibles fósiles para energía, transporte e industria. La carrera por la descarbonización responde a la alarmante acumulación de CO2 y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Además de los impactos ambientales, el cambio climático da lugar a graves consecuencias sociales y económicas. Es primordial que la industria del transporte trabaje en nuevas tecnologías que mitiguen la contaminación, razón por la que esta legendaria moto es vital en este procedimiento.
Aparece una legendaria moto que se ha pasado de frenada: utiliza un potente combustible
Kawasaki presenta la primera demostración pública mundial de su motocicleta con motor de combustión interna de hidrógeno con emisiones de agua en Japón. Hace unos meses, Kawasaki realizó la primera demostración pública mundial de su motocicleta con motor de combustión interna de hidrógeno (ICE) en el circuito de Suzuka, Japón.
Para lograr que la motocicleta funcionara con hidrógeno en lugar de combustible tradicional, Kawasaki tuvo que efectuar varias modificaciones, especialmente en el motor. Lo cambiaron para que el combustible de hidrógeno, que puede contribuir a bajar las emisiones de carbono, pueda inyectarse directamente en los cilindros, donde se quema para generar la potencia necesaria para propulsar la motocicleta.
Respecto a su estructura, Kawasaki ha diseñado su motocicleta de H para ubicar botellas de combustible de hidrógeno o tanques que almacenen el hidrógeno. El chasis también puede atesorar un sistema de combustible de hidrógeno, que es el conjunto que entrega el H desde los tanques hasta el motor de combustión interna.
Kawasaki usa el motor de su Ninja H2 para esta pieza, adaptada para transportar y emplear hidrógeno. La motocicleta de hidrógeno ICE fue diseñada y desarrollada como parte de una investigación que dio comienzo en marzo de 2023, con pruebas que comenzaron a principio de año y cerraron con una demostración pública.
Este potente combustible corona una moto legendaria que iba a ser eléctrica
Cuando el piloto acelera girando el manillar, la motocicleta de hidrógeno ICE de Kawasaki ruge y vibra, pese a no utilizar un combustible tradicional. Esto responde a que la mecánica del motor y el proceso de combustión son parecidos a los que se viven en un motor de gasolina. Durante su primera demostración pública en Japón, el fabricante subrayó que su principal subproducto es agua en forma de vapor.
Este matiz hace que los motores de hidrógeno se conviertan en modelos mucho más limpios en comparación con los motores de gasolina.
Kawasaki afirma que una pequeña cantidad de aceite de motor se quema con el hidrógeno, pero añade que esto solo resulta en la generación de una cantidad muy pequeña de CO2. Pese a esto, aseguran que las emisiones totales son considerablemente menores que las de los motores de gasolina convencionales.
Hasta ahora, la compañía está efectuando investigaciones y desarrollos para conseguir una motocicleta de hidrógeno ICE funcional de uso comercial. Esto como parte de su propuesta de carbono neutral para los motociclistas a principios de la década de 2030. Advierte que el momento de la disponibilidad comercial puede variar en función de la infraestructura de suministro combustible de hidrógeno y del estado de las regulaciones legales en cada país.
En definitiva, esta legendaria moto iba a ser eléctrica, pero ahora utiliza un potente combustible que podría marcar el rumbo de la industria. Una proeza casi tan llamativa como la del motor que fusiona electricidad e hidrógeno.