El Consejo Asesor de Medio Ambiente de Extremadura (CAMAEX) no lo podía hacer peor, ante una modificación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de la ‘Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos‘ se abren las concesiones de agua para regar cerezos fuera de la Reserva.
Las organizaciones ecologistas presentes votaron en bloque en contra en la sesión del CAMAEX y avisaron al Director General de Sostenibilidad de que revertir la protección de un espacio natural es contrario a las leyes y ha sido condenado por varias sentencias del Tribunal Supremo y no se puede entender la insistencia en saltarse la ley en detrimento de la protección y conservación de la ‘Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos‘.
La sesión del CAMAEX había sido convocada unos días antes con varios puntos en el orden del día que hacían referencia en realidad a un único asunto: la aprobación de la modificación del PRUG de la ‘Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos’, el corazón natural del Valle del Jerte.
La actualización del PRUG es necesaria y está prevista, pero se ha utilizado por la Consejería de Agricultura para revertir varias de las normas de protección de este espacio natural en beneficio de intereses privados. La mayor novedad es que ahora va a permitir aprobar extracciones de agua del mismo para regar cerezos del resto del Valle del Jerte.
Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos
Hasta ahora, la ‘Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos’ tenía reservadas sus aguas y bosques para la conservación de este paraje de singular belleza y tranquilidad, uno de los principales reclamos turísticos del Valle del Jerte, siendo además hasta ahora la única garganta de todo el Valle del Jerte preservada de concesiones de extracción de agua para riegos, en atención a sus valores, lo que le ha valido también ser declarada Reserva Fluvial por la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Las organizaciones ecologistas han manifestado su total oposición a semejante retroceso en la protección de la ‘Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos’ y consideran que la viabilidad de los cerezos del Valle del Jerte está garantizada con los recursos fluviales del resto del Valle del Jerte y que si fuese cierto que necesitan para subsistir también las aguas de la única Reserva Natural del norte de Extremadura, será porque se han plantado demasiados cerezos.
La solución debe pasar por una mejor planificación agraria y la adaptación de estos cultivos al cambio climático sin tener que esquilmar la única garganta fluvial del Valle del Jerte declarada como Reserva Natural, dejando sin contenido las normas de protección de esos valores naturales para permitir su explotación, en una clara vulneración del principio de no regresión de la protección ambiental de espacios naturales protegidos.