En el Estado español se destaca el ejemplo de Fresco y del Mar, en Muros (Galicia), y el caso de Empesca’t, en L’Estartit y La Escala (Girona). Ambos modelos se basan en el contacto directo entre personas productoras y consumidoras. Las organizaciones ambientales y de pesca instan a la Comisión Europea y a los Estados miembro a promover empresas pesqueras innovadoras, ecológicas, a pequeña escala y de bajo impacto como clave para mantener los medios de subsistencia de las comunidades costeras, al tiempo que se fomenta un océano saludable.
A la luz de los crecientes desafíos medioambientales y económicos, un nuevo informe publicado hoy por Seas At Risk, Low Impact Fishers of Europe, ecologistas revelan cómo los modelos de negocio innovadores desarrollados por pescadoras y pescadores de bajo impacto a pequeña escala podrían impulsar el cambio necesario en la industria pesquera hacia la transición verde de la UE.
“Pesca para una nueva era” es el informe que presenta doce modelos de negocio alternativos que han tenido éxito para abordar problemas como la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y las luchas socioeconómicas de las comunidades costeras. Estos modelos abordan los retos del statu quo: el dominio en el mercado de los intermediarios, la concentración de las cuotas pesqueras a manos de unos pocos intereses de la industria, y el declive de muchas poblaciones de peces.
Mediante estrategias como la comercialización directa y sistemas de etiquetado novedosos, el informe revela cómo los modelos empresariales innovadores no solo ofrecen nuevas oportunidades de mercado, sino que también garantizan precios más justos para pescadoras y pescadores artesanales de bajo impacto (a menudo sin espacio en los mercados tradicionales), minimizando la huella ambiental.
El estudio analiza el ejemplo de Fresco y del Mar, en Muros (Galicia). Esta empresa funciona como una pescadería online y pone en contacto directo a pescadores/as de entre 20 y 30 embarcaciones artesanales y mariscadoras, con las personas consumidoras.
Además, también analiza el caso de la empresa Empesca’t en La Escala y L’Estartit (Girona). En este ejemplo, los propios pescadores compran el pescado, asegurando precios fijos, que después venden a restaurantes locales. Junto con un científico local, colaboran en un proyecto de restauración de la sepia: recogen los huevos que se adhieren a las redes, los ponen en una especie de incubadoras para garantizar su supervivencia y luego las sueltan en el mar.
Pescar reduciendo al máximo el impacto sobre los ecosistemas marinos y la biodiversidad
Los proyectos que estos pescadores y pescadoras llevan a cabo con tanta pasión son la prueba de que las cosas pueden hacerse bien: pescar reduciendo al máximo el impacto sobre los ecosistemas marinos y la biodiversidad, y garantizar puestos de trabajo dignos. Es esperanzador que existan estas experiencias en pueblos como L’Estartit, que han sido transformados por el turismo poco a poco y han ido perdiendo su identidad de pueblos pesqueros.
Estos pescadores aportan una visión ecológica de la pesca y, además, podrían ejercer una importante labor social vendiendo el pescado fresco y de alta calidad a su vecindario, ya que apenas quedan pescaderías, contribuyendo así a la soberanía alimentaria”.
Los grandes retos a los que la sociedad se enfrenta es el alto precio de los productos frescos de pesquerías a pequeña escala y de bajo impacto. Un modelo adecuado tendría que permitir el acceso a los productos de calidad a todas las familias, independientemente de su clase social.
Para ello, las Administraciones públicas, así como colegios u hospitales, podrían empezar a apostar por etiquetas de pesca artesanal; es decir, garantizar pescado de la mayor calidad para su población, y no solo limitar su consumo a grandes restaurantes.
A la luz de las conclusiones del informe, las organizaciones ambientales se suman a los grupos pesqueros abordados en el estudio para instar a los responsables políticos a actuar. Se subraya la necesidad de un planteamiento regulador equilibrado que reconozca las contribuciones únicas de la pesca a pequeña escala y de bajo impacto.
Entre las principales recomendaciones se incluyen: el acceso prioritario a las cuotas de pesca, la aplicación de sistemas de etiquetado que reconozcan el valor de este tipo de pesca y el aumento del apoyo financiero y administrativo para garantizar que estas pesquerías puedan prosperar y contribuir a un futuro sostenible.