La espera se ha acabado: por fin han encontrado el combustible más limpio de la historia. Sin embargo, ninguna marca lo utiliza todavía. Si te sorprendieron los dos combustibles que utiliza Greenpeace, no puedes perderte lo que vamos a contar a continuación. Uno de los últimos informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) fue devastador. Mostró que a la humanidad le queda poco tiempo para evitar una catástrofe climática.
Es de vital importancia frenar las emisiones de gases de efecto invernadero en poco tiempo para alcanzar el objetivo de los 1,5 o 2º Celsius. No obstante, esto no será posible si los combustibles fósiles siguen formando parte de nuestra vida. En este contexto, los expertos contemplaron varías alternativas. Una de ellas se basa en que, para 2025, se llegue a un número determinado de emisiones, que fomentaría una caída drástica para 2050.
Según las Naciones Unidas (ONU), en 2022 más de 30 millones de personas se desplazaron a causa del cambio climático. Los expertos barajaron tres escenarios de caída de emisiones de gases de efecto invernadero, siempre tomando como punto de comparación en año 2019 y su vínculo con el aumento de la temperatura.
- Para que la temperatura no supere los 2ºC para 2030 las emisiones tendrían que caer un 27% y un 63 en 2050.
- Para evitar que sobrepase los 1,5ºC, para 2030 tendría que bajar un 43% y para 2050 un 84%.
- Foco en un pico que supere los 1,5ºC en 2050, una caída drástica del 23% en 2030 y una reducción del 75% para 2050.
Este el combustible más limpio de la historia, pero ninguna marca se fija en él
A principios de los 70, Arturo Estévez Varela presentó ante el mundo un invento revolucionario: un vehículo que funcionaba únicamente con agua. Incluso tuvo su espacio en el NODO, un informativo español. Aunque el aspecto del agua era lo más llamativo, no era lo único que movía su motor. En su mano ocultaba un misterioso objeto que mantuvo en secreto. Hubo rumores de que se trataba de ferrosilicio. Después, una comisión de expertos del Ministerio de Industria dictaminó que era boro.
Por muchos objetos revolucionarios que aparezcan en escena, las leyes de la termodinámica no pueden echarse abajo. No es posible extraer más energía de la ingresa en un sistema y, según informa The Conversation, “en el motor de Estévez hay trampa”.
El curso habitual es una propuesta en la que se separe el agua en hidrógeno y oxígeno a través de electrólisis y después quemar el hidrógeno para producir una corriente eléctrica que hace posible el funcionamiento del motor. Sin embargo, el proceso electrolítico necesita de más energía para descomponer una molécula de agua que la que se libera cuando el hidrógeno quede oxidado.
Es más, al transformar agua en hidrógeno para después quemarlo se pierde una gran cantidad de energía. En las conversiones siempre se genera calor. Bajo estas circunstancias, la liberación de la energía química del agua va contra las dos primeras leyes de la termodinámica.
¿Por qué ninguna marca comercializa el motor de agua?
En 2006, el ingeniero químico Tareq Abu Hamed tuvo la idea de generar hidrógeno directamente en un automóvil. De esta manera, quedaría resuelto el problema de almacenar hidrógeno en un tanque, una situación potencialmente peligrosa y evitaría la necesidad de acudir a costosos gasoductos. Su idea era equipar un coche con un dispositivo que agregara boro al agua para generar hidrógeno. En teoría, podría extraerse del vehículo reciclarse en boro para utilizarse otra vez.
No obstante, es necesaria más energía para transformar el trióxido de carbono nuevamente en boro de la que puede obtenerse del hidrógeno. Si la energía tuviera su origen en la energía solar, un vehículo de estas características podría ser viable, pero el precio internacional del boro ronda los 2.500 dólares el kilo.
En definitiva, para que el combustible más limpio de la historia quedara instaurado, sería necesario invertir cinco veces más energía de la que el motor puede brindar. Por esta razón, otras alternativas están tomando mayor relevancia, como este combustible que es el doble de potente que el hidrógeno.