Un estudio ha revelado la presencia preocupante de microplásticos en los estómagos de los peces espada (Xiphias gladius) del Mediterráneo occidental.
Esta investigación se ha liderado desde la Universidad de Barcelona (UB) y desde el Instituto de Ciencias del Mar (ICM, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España), junto con el Instituto Español de Oceanografía (IEO, también adscrito al CSIC).
El estudio confirma la presencia generalizada de estas partículas contaminantes en especies pelágicas y subraya la necesidad urgente de reducir la contaminación plástica en el océano a fin de preservar la salud de los ecosistemas marinos y, por tanto, también la salud humana, por medio de la cadena trófica.
La contaminación marina y, en particular, la polución por plásticos, emerge como una gran preocupación por la salud de los ecosistemas marinos a escala mundial. Datos recientes indican que la producción global de plásticos ha alcanzado niveles altísimos, debido al uso generalizado que se hace, el bajo coste y la durabilidad, de tal forma que se han alcanzado los 6.300 millones de toneladas de plásticos en los últimos años. En el medio marino, estos plásticos se degradan en partículas más pequeñas conocidas como «microplásticos», que pueden actuar como vectores de agentes contaminantes químicos y patógenos.
En el nuevo estudio, el equipo, encabezado por Marco Torresi del ICM, analizó el contenido estomacal de peces espada capturados en el Mediterráneo occidental durante dos períodos diferentes: 2011-2012 y 2017-2019. Los resultados revelan la presencia de microplásticos en el 80% de los estómagos, siendo el polímero más detectado, el tereftalato de polietileno (PET), que se utiliza, entre otras cosas, para fabricar botellas, bolsas y rollos de película plástica con la que envolver alimentos.
«Este estudio establece una línea de base para monitorizar en el Mediterráneo occidental la ingestión de microplásticos por parte de los peces espada, una especie que ha presentado recientemente cambios en la dieta, lo que podría traducirse en un futuro en una modificación en la ingesta de microplásticos», exponen los investigadores Joan Navarro (ICM) y Joan Giménez (IEO).
Por otra parte, el investigador Odei Garcia-Garin, de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB, asegura que «los resultados del estudio son cruciales para llevar a cabo acciones dirigidas a la gestión y conservación del pez espada en el Mediterráneo, y establecen una base para el seguimiento de microplásticos que ingiere el pez espada en la zona occidental».
Aspecto típico de un pez espada. (Imagen: NOAA Fisheries)
Hasta ahora, se sabía que los microplásticos están presentes en muchos ecosistemas marinos y que pueden ser ingeridos por diversas especies marinas. Sin embargo, se tenía muy poca información sobre la presencia de microplásticos en grandes depredadores pelágicos, como el pez espada en el Mediterráneo occidental. Debido a su comportamiento alimentario generalista y oportunista, a estos peces se les considera buenos indicadores de los cambios en el ecosistema de la zona. A pesar de que la población mediterránea representa menos del 10% de la global, los niveles de captura en esta área son relativamente altos y comparables con las de otras áreas mayores, como el Atlántico norte.
De cara a futuras investigaciones, el equipo se centrará en evaluar los efectos fisiológicos y tóxicos de los microplásticos en los peces espada y otras especies. Asimismo, los investigadores quieren profundizar en la transferencia mediante la cadena alimentaria de los microplásticos y en el desarrollo de estrategias de mitigación para reducir la contaminación plástica, al tiempo que evalúan su eficacia a largo plazo.
El estudio se titula «Microplastic characterization in the stomachs of swordfish (Xiphias gladius) from the western Mediterranean Sea». Y se ha publicado en la revista académica Marine Pollution Bulletin. (Fuente: UB)