España lidera la movilización del siglo en busca de la energía submarina. Hace años que el sector energético busca nuevas formas de energía renovable. El fin es bajar la dependencia de los combustibles fósiles para que su impacto en el planeta sea menor y la clave para que eso suceda podría estar precisamente en el fondo del mar.
El aprovechamiento de la energía contenida en el océano, sus vientos, olas y mareas, puede ser la puerta definitiva para generar energía limpia. Generalmente, al hablar de renovables el concepto suele asociarse con energías como la solar o la eólica terrestre. Sin embargo, el mar ofrece un amplio abanico de posibilidades que puede cambiar el paradigma impuesto hasta ahora donde los fósiles tienen un rol protagonista.
España sigue los preceptos impuestos por Europa, donde las autoridades tienen claro que los fósiles tienen que salir de circulación lo antes posible. Bajo estas circunstancias, el territorio español está buscando su sitio en la economía azul y se ha unido a un proyecto que podría traer grandes y buenas noticias energéticas.
España apuesta por la energía submarina, junto con otros 10 países
Buscando aportar su parte a los planes de la Unión Europea, y a los del propio país, España se ha unido al proyecto Blue Bio Med, una propuesta cuyo objetivo es explorar y explotar los recursos marinos mediterráneos de manera sostenible. El plan a seguir es analizar las diferentes maneras de proceder a la extracción del hidrógeno ubicado en los reservorios del fondo del mar.
Además, busca estudiar los recursos marinos en esta localización, como corales, esponjas, macroalgas, posidonia oceánica o microorganismos y desarrollar tecnologías para su aprovechamiento sostenible. Otro de los puntos contemplados es el estudio detallado de la biomasa y los recursos minerales del lecho marino para determinar cuál es su potencial real.
El estudio se extiende a los minerales metálicos, terrestres raros, agregados marinos y depósitos de combustibles. Con este análisis exhaustivo de los recursos submarinos, se busca el próximo desarrollo de tecnologías eficientes y respetuosas con el entorno. Con su inclusión en este proyecto, España estaría a la cabeza de la bioeconomía azul del Mediterráneo.
España lidera este proyecto internacional con la financiación de la UE, a través del programa PRIMA, que a su vez cuenta con la intervención de instituciones de otros 10 países del Mediterráneo. Así hablamos de 11 países involucrados en la iniciativa si contamos con España.
Estos 10 países contribuirán a la apuesta de España por la energía submarina
Las 10 naciones que ayudarán a la nación española a extraer el famoso “combustibles del futuro” son Albania, Croacia, Chipre, Italia, Francia, Grecia, Eslovenia, Malta, Portugal y Montenegro. Entre sus participantes también destaca el Centro de Investigación y Desarrollo de Energías Renovables y Eficiencia Energética (Ceder-Ciemat), la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la Universidad de Cádiz (UCA) y otros centros dedicados a la investigación marina.
Cabe destacar que el objetivo principal de Blue Bio Med es reemplazar los combustibles fósiles. Para lograrlo, se estudiarán los caminos viables para extraer el hidrógeno de los reservorios y el análisis de recursos marinos. Se espera que, con su ejecución, se pueda lograr una forma de energía más sostenible y un mayor conocimiento de los recursos marinos del Mediterráneo y el desarrollo de tecnologías vanguardistas para la explotación.
Con esta forma de trabajo, el proyecto entremezcla la investigación científica de los recursos con la innovación tecnológica para su aprovechamiento, en un contexto de sostenibilidad ambiental y económica. La meta es múltiple: conocer los recursos existentes en el fondo del mar Mediterráneo y la mejor forma de utilizarlos. En definitiva, España jugará un papel fundamental en la proliferación de la energía submarina.