Merluza austral: pesca artesanal en riesgo por la sobreexplotación pesquera

Merluza austral: pesca artesanal en riesgo por la sobreexplotación pesquera

En esta columna representantes de la pesca artesanal de las regiones de Los Lagos y Aysén, junto al director de las campañas de pesca de la ONG Oceana, César Astete, comparten su mirada.

En los mares australes del océano Pacífico entre el litoral de la Región de Los Lagos y Magallanes habita una especie demersal, que vive desde la medianía de la columna de agua hacia abajo y que es de gran importancia ecológica, social y económica para la patagonia. Hablamos de la merluza del sur o merluza austral.

Esta especie, que sustenta una cultura y actividad pesquera desarrollada desde inicios de 1980 por la pesca artesanal e industrial, lleva cerca de 12 años en sobreexplotación y durante el último tiempo no se aprecian medidas que puedan detener esta tendencia.

La sobreexplotación de la merluza austral tiene graves consecuencias para el ecosistema y la actividad económica asociada.

La disminución de sus poblaciones puede alterar el equilibrio del medio marino y afectar a otras especies que dependen de ella. Además, la fragilidad en su estado de conservación puede llevar a la disminución de la calidad y cantidad de la pesca, lo que afecta a pescadoras y pescadores y a la economía local.

Ahora en agosto tenemos veda durante todo el mes. Se detienen las faenas de pesca por su época reproductiva y así asegurar que existan nuevos ejemplares que sustenten la población en el tiempo.  Está prohibida la extracción, comercialización, transporte, proceso y almacenamiento en estado fresco de merluza austral.

Sin embargo, necesitamos hacer más. Las medidas actuales de manejo como la veda, cuota o artes y aparejos de pesca, entre otras, han demostrado ser insuficientes.

La pesquería enfrenta una serie de problemas, pero sin duda su efecto se da con mayor fuerza en la pesca artesanal.

La desequilibrada competencia con el sector industrial, la excepcionalidad en las transferencias de cuota al 100%, la pesca ilegal, la interacción con mamíferos marinos, el casi nulo reemplazo generacional, o lo concentrado del mercado son solo algunas de las tareas pendientes sobre las cuales observamos una lenta y a veces casi nula gestión del Estado.

Veamos un ejemplo: La Ley General de Pesca establece que la cuota anual de pesca está repartida en un 60% para el sector artesanal y un 40% para el industrial. Desde 2012 hasta ahora, gracias a la posibilidad de ceder el 100% de la cuota, el sector industrial concentra cerca del 75% de las capturas totales, dejando solo con un 25% de participación al sector artesanal.

Dicho de otra forma, desde 2012, entre la sobreexplotación y los traspasos, la pesca artesanal que realiza el esfuerzo ha disminuido en más del 50%.

Ante este difícil contexto, la pesca artesanal de merluza austral sigue empujando con resistencia la sobrevivencia y fortalecimiento de la actividad.

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En la Región de Los Lagos se están haciendo esfuerzos por reconocer la pesca con anzuelo como característica de sustentabilidad al realizar la extracción de manera selectiva.

Actualmente, los pescadores y pescadoras están a punto de lanzar un programa de mejoramiento pesquero donde esperan certificar la merluza austral que proviene de la pesca artesanal y que esta se diferencie, por ejemplo, en el mercado español.

En la Región de Aysén también hay esfuerzos por mantener viva la pesca artesanal de merluza austral.

Es el caso de la comuna de Puerto Cisnes con sus localidades del litoral Puerto Gala y Puerto Gaviota, donde se está llevando adelante un programa piloto que ha permitido a los pescadores y pescadoras vender sus productos de manera directa en distintas localidades de las regiones de Aysén, Valparaíso y Metropolitana, poniendo en el mercado un producto sustentable, de calidad, trazable y, por sobre todo, con acreditación de origen legal.

Sin embargo, estos esfuerzos por sí solos no son suficientes. Se extraña una propuesta por parte de la institucionalidad pesquera que se haga cargo de los efectos de la sobreexplotación en la pesca artesanal.

Es por ello que proponemos revisar información actualizada de las zonas de pesca, protegiendo los lugares de reproducción y desove; evaluar si la veda sigue resguardando el peak reproductivo o se debe considerar una modificación; consideramos urgente analizar el restablecimiento de la talla mínima.

Así como también impulsar la investigación científica con datos provenientes desde la pesca artesanal en los mares interiores.

Sumado a lo anterior, se plantea analizar cómo funciona el mercado de transferencias de cuotas otorgándole mayor transparencia al sistema, permitiendo la competencia; y específicamente en la Región de Aysén se debe analizar el recambio generacional ya que existen muchos jóvenes, hombres y mujeres, que no pueden acceder a la pesquería por el cierre del Registro Pesquero Artesanal (RPA).

Finalmente, quienes firmamos, creemos necesario aumentar las medidas de gestión, de co-manejo, de conservación y de recuperación para la merluza austral ya que hoy día la sobreexplotación golpea directamente a las familias de la pesca artesanal.

Columna de opinión de: Patricio Maldonado, pescador artesanal de Puerto Gala, de la Región de Aysén, José Alvarado, presidente Federación de Hualaihué, de la Región de Los Lagos y César Astete, director de las campañas de pesca de Oceana.

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