La próxima vez que vayas al gimnasio o te subas a la bicicleta estática, inspírate en el hecho de que podrías estar impulsando una obra de arte. Aunque lo más probable es que seas el único que se beneficie de ello, una nueva colaboración entre la tecnología y el teatro demuestra que todo es posible. El pasado fin de semana, dosbicicletas estáticas creadas especialmente para la ocasión impulsaron toda una obra en el Teatro Nacional de Lituania.
“Cuando creamos la bicicleta, nunca imaginamos que se utilizaría en el escenario durante una representación de este tipo en el teatro nacional lituano”, explica Jonas Navickas, director general de Tukas EV, que fabrica las bicicletas-almacén de energía. Pero las representaciones de “una obra para los vivos en tiempos de extinción” están demostrando la versatilidad de las bicicletas. “Pueden alimentar un portátil, un smartphone o incluso suministrar energía a toda la casa, independientemente de dónde vivas”, añade Navickas, que fundó esta empresa lituana en 2010.
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¿Por qué la obra funciona con bicicletas?
Escrita por la dramaturga estadounidense Miranda Rose Hall, la obra adopta la forma de un monólogo en el que la protagonista narra la historia de la Tierra, explicando la creación y extinción de sus distintas especies. El argumento hace hincapié en el posible papel del ser humano como causante de la sexta extinción masiva del planeta. Rose Hall y la directora británica Katie Mitchell han adaptado la obra para que pueda reproducirse fácilmente en cualquier país. Como parte de la iniciativa STAGES (Sustainable Theatre Alliance for a Green Environmental Shift), la idea es montar la obra con recursos totalmente locales.
Eso significa un director, actores, decorados locales e incluso electricidad generada localmente, que es donde entran en juego las bicicletas. Este “sistema de coproducción” permite que una obra sobre la crisis recorra el mundo -de Europa a Taiwán- sin echar leña al fuego. Cofinanciada por la UE, la alianza se describe a sí misma como “un ambicioso experimento de teatro sostenible para reimaginar cómo interactúa el sector cultural con el concepto de sostenibilidad”.
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Hasta ahora se han sumado 14 teatros europeos, entre ellos el Théâtre de Liège (Bélgica), el Teatro Nacional Croata de Zagreb, el Théâtre Vidy-Lausanne (Suiza) y el Piccolo Teatro di Milano (Italia). Como parte de su compromiso de utilizar únicamente electricidad generada por las personas en escena (hasta 150 vatios), la producción lituana de la obra de Hall se alimenta de dos actores en bicicleta. Con solo 15 minutos de pedaleo, una de las bicicletas “HR Bank” de Tukas EV produce electricidad suficiente para cargar un smartphone. Tres horas de pedaleo generan energía suficiente para toda la representación, de hora y media de duración. Así que dos actores pedalean dos bicicletas para mantener el espectáculo en marcha, incluida la iluminación.
¿Cómo funciona la bicicleta de almacenamiento de energía?
El HR Bank puede generar entre 50 y 300 vatios/hora de electricidad pedaleando como una bicicleta estática normal. Esta energía puede almacenarse en una batería de 2 kWh, aproximadamente la misma cantidad de electricidad necesaria para mantener encendida una luz durante una semana. Navickas ha revelado que se inspiró en parte para fabricar la bicicleta el año pasado tras presenciar la guerra en Ucrania. “Cuando empezó el bombardeo de las infraestructuras ucranianas, me impresionó ver a la gente con muchos alargadores intentando obtener electricidad de un generador para cargar sus teléfonos”, declaró al periódico británico The Guardian.
El Banco HR puede ofrecer una solución fuera de la red en caso de catástrofe, ya sea natural o provocada por el hombre. Y, según Tukas EV, se ha fabricado conscientemente con materiales sostenibles. “La sostenibilidad en la producción es una responsabilidad continua, no una moda pasajera”, afirma Navickas. “Somos conscientes de que los materiales que elegimos hoy tienen implicaciones duraderas para el futuro”.Con eso en mente, la bicicleta está fabricada con aluminio reciclado y madera contrachapada de abedul con certificación FSC. Es personalizable y portátil (con ruedas tipo trolley), con un accesorio opcional de escritorio para trabajar en casa o en la oficina. Pero aún no es asequible para la mayoría, ya que cuesta unos 3.000 euros.
Información Euro News