El Día Mundial de los Océanos, celebrado este 8 de junio, se constituye como un evento a nivel internacional cuya finalidad es hacer conciencia sobre las problemáticas que afectan a los mares y sus ecosistemas.
Es en esta conmemoración donde la organización ambientalista, Greenpeace, señala el claroscuro de la situación de Chile en esta materia.
A nivel internacional, destacan la gestión del Estado como uno de los primeros países del mundo en aprobar el Tratado Global de los Océanos, que busca proteger el 30% de las aguas internacionales para el año 2030.
Esto incluye la creación de áreas marinas protegidas en alta mar, la promoción del uso sostenible de los recursos genéticos marinos, la evaluación de los impactos ambientales y el aseguramiento de un reparto equitativo de los beneficios, de modo que también se favorezca a los países en desarrollo.
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Sin embargo, en la gestión local, Greenpeace hace un llamado, a través de sorprendentes fotografías, a reconocer los impactos de la salmonicultura sobre los ecosistemas marinos de la patagonia en el país.
Impactos de la Salmonicultura
Uno de los puntos que destaca la organización internacional es que esta industria opera en zonas de alto valor ecológico.
En Chile vive el 46% de los cetáceos del mundo y la patagonia alberga el 34% de ellos. Esto dota al país de ecosistemas con una biodiversidad significativa y de paisajes hermosos reconocidos a nivel mundial.
Pese a su enorme valor, esta zona se encuentra amenazada por el avance de la salmonicultura, según enfatiza Greenpeace.
La contaminación del fondo marino es otro de los puntos que resalta la ONG. Esto debido el constante abandono de basura y desechos plásticos en los fiordos y canales patagónicos, además de la contaminación por fecas y alimento no consumido por los salmones.
Como tercer impacto se encuentra la generación de condiciones anaeróbicas. Esto se trata de la pérdida parcial o total de oxígeno en el mar, lo que se ha detectado que ocurre en el 50% de las concesiones de salmonicultura en operación en la Región de Magallanes, de acuerdo a lo informado por Greenpeace.
Esto afecta directamente las condiciones de vida de las especies que lo habitan.
La organización también pone énfasis en las 1.389 concesiones otorgadas en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
Alrededor del 30% de las concesiones otorgadas en estas tres regiones se ubican dentro de áreas protegidas y de las que se encuentran en trámite, el 45% pretenden también instalarse dentro de estas áreas.
Según informan, la mayoría de las concesiones otorgadas se ubican en la Región de Aysén, con más de 700 y existen otras 158 en trámite, donde la mayoría pretende instalarse en la Región de Magallanes.
Finalmente Greenpeace señala el impacto de la basura plástica en la superficie, provenientes de la industria de la salmonicultura.
Sacos de comida de salmones, cuerdas, tuberías plásticas y jaulas de cultivo de salmones abandonadas, son algunas de las basuras que intervienen en el desarrollo de la biodiversidad de las especies de la zona.
Información Diario Sostenible