Con las decisiones adoptadas hoy, la Unión Europea y Euratom abandonarán el Tratado sobre la Carta de la Energía, mientras que los estados miembros podrán apoyar su modernización durante la próxima Conferencia sobre la Carta de la Energía. Las decisiones están vinculadas ya que forman los dos pilares de un compromiso político conocido como el Hoja de ruta belga sobre el Tratado sobre la Carta de la Energía.
La adopción formal de hoy por parte del Consejo otorga la luz verde final para que la UE y Euratom se retiren del Tratado sobre la Carta de la Energía después de que el Parlamento Europeo lo aprobara durante su última sesión plenaria en abril de 2024.
El Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE) es un acuerdo multilateral que entró en vigor en 1998 y contiene disposiciones sobre protección de inversiones y comercio en el sector energético. Como este tratado ya no está en consonancia con el acuerdo de París y las ambiciones de la UE en materia de transición energética, en 2018 se inició un proceso de modernización.
Los Estados miembros que deseen seguir siendo partes contratantes después de la retirada de la UE y Euratom podrán votar durante la próxima Conferencia sobre la Carta de la Energía (que se espera que tenga lugar a finales de 2024) aprobando o no la adopción de un acuerdo modernizado.
De esta manera, al romper el estancamiento dentro de la UE, la hoja de ruta belga también destrabó el proceso de modernización del Tratado sobre la Carta de la Energía para sus partes contratantes no pertenecientes a la UE.
La adopción de hoy representa el último hito en la hoja de ruta belga que elaboramos para el Tratado sobre la Carta de la Energía. Partiendo de las bases establecidas por nuestros predecesores suecos, la Presidencia belga ha trabajado incansablemente para salir de este complejo estancamiento y ha encontrado un equilibrio aceptable y útil para todos.
Tinne Van der Straeten, ministra belga de Energía
Las decisiones sobre la retirada de la UE y de Euratom, así como las decisiones sobre la modernización del Tratado sobre la Carta de la Energía, entrar en vigor hoy. La retirada surtirá efecto un año después de la recepción de la notificación por el depositario del tratado. La posición que deben adoptar los demás Estados miembros sobre la modernización se aplicará durante la próxima Conferencia sobre la Carta de la Energía.
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